La Policía Nacional detuvo el pasado jueves a dos hombres, de 26 y 32 años, al detectar que viajaban con cartas de identidad falsas en el aeropuerto de Alicante-Elche. En el caso del joven de 26 años, fueron las autoridades irlandesas las que detectaron la presunta falsedad documental, por lo que no le permitieron entrar en el país y fue devuelto a España. Se trata de un ciudadano albanés que viajaba con una carta de identidad italiana. Las autoridades detectaron la manipulación del documento en el control rutinario que se realiza a los pasajeros en el aeropuerto. Las autoridades están especializadas en detectar este tipo de falsificaciones, ya que los aeropuertos son un punto caliente en cuanto a este tipo de delitos, donde se falsifican las cartas de identidad para acceder a diferentes países de Europa.

El otro detenido, de nacionalidad iraní y con una carta de identidad rumana, fue arrestado cuando se disponía a pasar el control para coger un vuelo a Newcastle. Los agentes detectaron la falsedad del documento, por lo que fue detenido. Ambos pasaron ayer a disposición judicial, y aceptaron la pena que les pidió la Fiscalía: seis meses de prisión y seis meses de multa. Sin embargo, la pena de prisión fue suspendida, ya que fue inferior a los dos años y ninguno de los dos contaba con antecedentes penales.

Difícil recaudación

Desde la Ciudad de la Justicia señalaron ayer que, en el caso de las multas, es difícil su recaudación, porque en el caso de este tipo de ciudadanos, que no poseen una residencia en España, es complicado localizarlos para efectuar el pago de las sanciones.

Los controles de seguridad en el aeropuerto se han intensificado desde hace más de un año por el nivel 4 de alerta antiterrorista. Los diferentes cuerpos de seguridad ponen aún más énfasis en el control de cada detalle, incluidas las identificaciones. Lo cierto es que los arrestos por falsedad documentos son una constante, y no hay semana donde no se produzcan detenciones relacionadas con este tipo de delitos, y la mayoría son interceptados en los controles rutinarios que se realizan a todos los viajeros. Sin embargo, fuentes policiales aseguran que en la mayoría de situaciones no se trata de casos especialmente graves o que comprometan la seguridad ciudadana de forma grave.