«Era alérgico al platino que me tenían que administrar en el hospital como parte del cóctel de fármacos que integraban mi tratamiento de quimioterapia. La desensibilización en el departamento de Alergología fue un proceso largo pero, gracias a él, pude realizar los ciclos de quimioterapia y me estoy recuperando del cáncer». Es el testimonio de una de las 20 personas en Elche que se han sometido en los últimos tres años al proceso de desensibilización.

Las desensibilizaciones con medicamentos se realizan cuando los pacientes no toleran la mejor alternativa terapéutica debido a un problema de sensibilización alérgica. Este proceso se da en enfermedades graves que no tienen una alternativa al tratamiento, normalmente, en casos de cáncer.

De este modo, si el paciente no recibe el tratamiento tiene peores datos de supervivencia o de evolucionar favorablemente. Con esta técnica tiene la posibilidad de tolerar el medicamento y alargar su esperanza de vida.

Este tratamiento es relativamente nuevo en España. Las desensibilizaciones se introdujeron en el país entre 2009 y 2010. La doctora Mariana Castells, pionera e investigadora de este tratamiento comenzó a desarrollarlas en Boston, Estados Unidos, en 1995.

En 2014 llegaron a Elche. El servicio de Oncología Médica del departamento de Salud Elche-Orihuela ha derivado desde entonces al servicio de alergología 30 procedimientos. Las facultativas Isabel Flores y la doctora Andreu lo pusieron en marcha. La mayor parte de los tratamientos se realizaron a pacientes de Orihuela. El Hospital del Vinalopó incluyó esta técnica en 2015 y desde entonces son 65 los tratamientos que se han realizado en ese hospital.

La mayor parte de las alergias son a medicamentos derivados del platino, y, según la catedrática de Harvard, y pionera en este campo, la profesora Mariana Castells, «el 17% de las mujeres con cáncer de ovario sometidas al platino acaban volviéndose alérgicas a este medicamento, es un factor de riesgo para estas pacientes».

La doctora Isabel Flores, una de las alergólogas del Hospital General de Elche, asegura que «es un fenómeno poco frecuente, aunque la tendencia es al alza por el mayor uso de nuevos medicamentos. Cada vez hay más pacientes alérgicos a la quimioterapia, porque cada vez hay más fármacos distintos». El proceso que se lleva a cabo es totalmente individualizado. De hecho, esta técnica tiende, cada vez más a un estudio más individual de cada paciente. El tratamiento depende del tipo de reacción que produzca el medicamento, el estadio del paciente o el fármaco a utilizar. Normalmente se diluye mucho la sustancia del medicamento que produce la alergia y se va aplicando muy poco a poco a los pacientes, con los doctores siempre pendientes de sus reacciones. Si estas reacciones son favorables, se va aumentando la dosis de fármaco poco a poco. Este proceso puede durar entre seis y ocho horas, mientras que en los pacientes no alérgicos, cada sesión dura mucho menos, entre una y tres horas, normalmente.

El tratamiento tiene un éxito, prácticamente, del 100%. No obstante, en el Hospital General de Elche hubo un caso en el que una paciente tuvo una reacción alérgica al tratamiento en el tercer ciclo y decidió, por ella misma, no asumir el riesgo de continuar.

La especialista en Alergología del Hospital del Vinalopó, Mónica Antón, asegura que todos los casos donde se ha aplicado la desensibilización han finalizado con éxito, es decir, tolerando el tratamiento quimioterápico necesario, con el protocolo establecido en cada caso, permitiendo al paciente su administración el periodo de tiempo que el oncólogo o el hematólogo han considerado necesario por su enfermedad.

En este centro, aproximadamente la mitad de los casos proceden del servicio de Hematología y el resto desde Oncología. De este modo, afirma la doctora Antón, «el número de pacientes derivados va en aumento al ver los buenos resultados obtenidos».