El consumo de cannabis se asume como algo normal entre los menores de edad, ya que la sustancia les llega a través de conocidos, y de discursos que hablan tan sólo de aspectos positivos, sin mencionar ni por asomo las consecuencias que el consumo de este tipo de drogas puede acarrear para su salud.

Uno de los síntomas que presentan los consumidores es la sensación de abandono de todo lo que tienen a su alrededor. También se detectan problemas de agresividad. Son personas con lo que los expertos califican como explosiones emocionales y alteraciones cognitivas. Otro de los problemas que acarrea el consumo de cannabis es la falta de sueño.

Una serie de consecuencias negativas asociadas al consumo de una sustancia de la que, como advierten los expertos, «cuesta mucho deshacerse».

Los científicos también destacan que si la percepción negativa que los jóvenes tienen del alcohol es baja aún es más baja la que tienen del cannabis, por la creencia de que como se trata de una sustancia natural no es agresiva para el cuerpo.

En este sentido, se echa en falta que llegue más información a los consumidores de este tipo de drogas, para que conozcan todos los efectos que puede producir su consumo. Y más teniendo en cuenta la facilidad con la que acceden a ella los menores de edad.