El silencio se hace en el salón de actos del instituto Severo Ochoa, cuando la diputada de Compromís en las Cortes, Marian Campello, relata las agresiones que sufrió durante su etapa adolescente, en una época en la que sufrió acoso escolar. Ante una sala que reunió a más de 120 alumnos de primero de la ESO, grupo en el que, según estadísticas oficiales, más incide el «bullying», Campello logró que estos adolescentes quedaran sin palabras ante la narración de su experiencia y después de hablar claro sobre la gravedad y las consecuencias, no solo inmediatas, sino también a la larga, que conlleva maltratar a los compañeros de clase.

En una mesa redonda en la que quienes dirigieron el debate fueron un grupo de 13 alumnos de cuarto de la ESO que han indagado sobre el acoso escolar durante semanas, la diputada, Marian Campello mandó un mensaje hacia los adultos para que visibilicen y ayuden a combatir este problema social. «A veces podemos pensar que el acoso escolar implica sólo a agresor y víctima, pero nos autoengañamos. Hay que reflexionar sobre cuántos agresores o agresoras hay por cada víctima, cuántos observadores pasivos, padres y maestros».

En este sentido, Campello apuntó a que el comienzo de la solución al problema es que, según sus vivencias, las personas adultas que han sufrido acoso escolar cuenten su experiencia para hacer entender a los adolescentes que importa y que no están solos. Además, la diputada aseguró que una de las formas más efectivas para acabar con casos de «bullying» es que los propios compañeros, mayores, que observen este tipo de conductas, den un paso para frenar a los acosadores.

«En mi caso funcionó así, cuando un compañero dio el paso para defenderme. Y eso que yo no me quedaba callada ante el acoso, pero, en muchos casos, la víctima no habla o no está en condiciones de denunciar lo que le ocurre y es entonces cuando el apoyo de los compañeros es esencial para poder frenarlo».

Según Campello, el 8% del alumnado en la Comunidad Valenciana ha sufrido acoso ocasional o reiterado. Asimismo apunta a que la desigualdad de género también afecta en este caso. Así un 25% más de chicas son víctimas de este acoso escolar. Entre las preguntas que se lanzaban desde los adolescentes, llegó una que preguntaba e insistía en saber cómo se sentía durante las agresiones, bien físicas o bien verbales. También hubo quien se interesó por entender por qué le acosaban e intentaban buscar dónde estaba la diferencia, una justificación. Así, la diputada dio a entender que no el acoso no tiene justificación y que puede ocurrirle a cualquiera, sin ningún motivo, para dar a entender el alcance de la gravedad del asunto.

Por otro lado, la diputada de las Cortes destacó que «la actividad que hoy hemos hecho marca en mí un antes y un después porque hablar de mi experiencia como víctima de «bullying» en un instituto y además en mi barrio, Carrús, ha sido toda una catarsis».

El profesor del Severo Ochoa, Francesc Ferrer, y la tutora del grupo de cuarto de la ESO promotor de la actividad, Gemma Pérez, se mostraron satisfechos de esta iniciativa. Previa a la charla, Marian Campello realizó una entrevista para la radio escolar donde varios de los alumnos ejercieron de periodistas. Desde Compromís registraron en las Cortes una propuesta para que el Consell creara un protocolo para la actuación sanitaria frente al bullying, especialmente entre el personal pediátrico, para reconocer los síntomas lo antes posible.