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Filmoteca Gala

Viaje de cine al Elche de 1930

Un vídeo francés muestra imágenes en movimiento de gran nitidez de la ciudad de las palmeras pertenecientes a los años 30

Panorámica de la ciudad de Elche en 1930 que aparece en el vídeo del Instituto Audiovisual francés. INFORMACIÓN

De la forma más remota se pueden conseguir joyas inesperadas. Uno de estos hallazgos ha llegado gracias a una publicación en la web del Instituto Nacional Audiovisual de Francia. Esta entidad ha publicado en su web un vídeo de cuatro ciudadanos anónimos galos que recorrieron España durante el mes de mayo de 1930 y filmaron todo lo que encontraron a su paso. A lo largo de su estancia por el territorio nacional hicieron una parada de un día por Elche. El gran valor de su grabación es que estas imágenes en movimiento son las más antiguas de las que hay constancia de la ciudad de las palmeras, más allá de una filmación del Misteri de 1923 que cuenta con mucha menos nitidez y en la que sólo se ve una pequeña parte de la representación de La Festa, sin mostrar nada más del territorio ilicitano, según la cátedra Pedro Ibarra.

Los cuatro protagonistas de esta historia, dos mujeres y dos hombres, tuvieron que llegar a Elche en la primera semana de mayo de 1930, atendiendo a las paradas que hicieron en un viaje que iniciaron en la Costa Azul del país vecino y en el que comenzaron recorriendo el mediterráneo español. Entraron por la avenida de Alicante procedentes de València y posteriormente continuaron su marcha en dirección a Murcia. Las imágenes del vídeo siguen una secuencia cronológica y en él se puede comprobar que no pernoctaron en territorio ilicitano. El total de la grabación de su paso por España supera el cuarto de hora de duración, mientras que el fragmento protagonizado por Elche dura un minuto aproximadamente.

Uno de los primeros lugares por el que pasaron los franceses corresponde con la actual avenida Juan Carlos I. También pasaron por la zona del Ferrández Cruz y visitaron el Huerto del Cura. En este momento de la secuencia, se intuye que están frente a la palmera imperial, aunque no se llega a ver. Después los galos continuaron la marcha hacia la zona en la que ahora está el Centro de Congresos y continuaron su trayecto hasta la Plaça de Baix. Tras pasar por el Puente de Canalejas prosiguieron hacia la calle Aspe en la parte final de su visita al territorio ilicitano.

Precisamente desde el Puente de Canalejas grabaron el plano más espectacular del vídeo, en el que se puede disfrutar de una fantástica panorámica del Elche de los años previos a la Guerra Civil. Posteriormente hicieron otro plano similar de la ciudad desde el emplazamiento en el que ahora está la Biblioteca de San José. En estas tomas aparecen las tres iglesias de la ciudad, ya que junto a la basílica de Santa María se pueden ver la iglesia de San Juan y la iglesia de El Salvador, que poco después fueron quemadas. Las imágenes del Raval completan la filmación.

A lo largo del día, los turistas pueden comprobar de cerca algunas costumbres de los ciudadanos ilicitanos de la época. Una de las primeras acciones que realizan es la de entrar a una alpargatería. También se cruzan con carros cargados de tinajas que eran portados por los aguateros que se dedicaban a abastecer de agua la ciudad y hasta lavan su ropa junto a otras personas en una acequia. «Estos visitantes tenían que contar con un gran poder adquisitivo ya que conducían uno de los mejores coches de la época y portaban una cámara de última tecnología, al margen de que pasaron todo el mes de mayo recorriendo el país. Su modernidad y su posición social contrasta con la que se ve de los españoles», argumenta el secretario de la cátedra Pedro Ibarra, José Vicente Castaño.

Por las fechas en las que está realizado el vídeo, los turistas debían portar una cámara que fue comercializada en Estados Unidos en 1927 por la firma Kodak y que llegó posteriormente al mercado europeo. Tras su estancia en Elche y su salida en dirección a Murcia, en los más de 5.000 kilómetros de su aventura llegaron hasta Tánger, para continuar después por otras ciudades de Andalucía. Madrid y el País Vasco fueron las últimas zonas que visitaron antes de emprender el regreso a Francia.

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