Pese a la aparente inmunidad de la red, las publicaciones realizadas a través de internet pueden salir muy caras. La Fiscalía de área de Elche ha solicitado tres años y medio de prisión y la apertura de juicio oral para un hombre acusado de realizar «apología de la violencia y exaltación del régimen racista del Tercer Reich» a través de distintos perfiles de la red social Twitter y un foro online, tal y como recoge el escrito de acusación. A través de sus publicaciones, el acusado realizaba propaganda de un grupo de formación militar cuyo principal objetivo pasa «por el desarrollo ideológico de los jóvenes nacionalsocialistas, difundiendo mensajes belicistas, racistas y de odio hacia diferentes grupos sociales», continúa el fiscal.

Los mensajes se cuentan por centenas, y en una de las páginas de internet llegó a publicar biografías de diferentes asesinos en serie y terroristas, y se dirigía a ellos como si fuesen héroes. Tras detectar estos mensajes, las fuerzas y cuerpos de seguridad iniciaron una investigación que les llevó hasta el detenido, que residía en Bigastro. De hecho, la Fiscalía solicita que testifique en ese juicio un sargento de los Mossos d'Esquadra, relacionado con la investigación realizada.

En concreto, se le acusa de un delito contra los derechos humanos, al hacer apología del odio, la violencia y atentar contra diversas religiones, todo ello «según la ideología proclamada por el acusado para la evolución de la raza aria», añade el Ministerio Público.

Además de la pena de prisión, se pide para el acusado el pago de una multa de 3.600 euros. Otra de las peticiones de la pena pasa por la inhabilitación especial para profesión u oficio educativos, en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre durante ocho años. Asimismo, se requiere que se borre todo el contenido publicado a través de internet, y el pago de las costas procesales.

Este tipo de delitos a través de las redes sociales está creciendo cada vez más. La facilidad de lanzar este tipo de mensajes a través de internet empuja a algunos usuarios a verter este tipo de afirmaciones que suponen un delito.

Las fuerzas y cuerpos de seguridad están especializados en rastrear estos mensajes a través de la red de redes para dar con la identificación de quien los lanza, pese a que muchos piensan que están protegidos bajo el paraguas del anonimato de internet.