El componente desarrollado por la Universidad Miguel Hernández sirve para detectar el explosivo conocido como «La madre de Satán», que es el que se encontró en la vivienda de Cambrils este verano, donde estaba la célula yihadista de Cataluña. Este mismo explosivo ha sido el utilizado por los terroristas en los atentados de París, Bruselas y Londres, ya que se trata de un producto de fácil elaboración casera, pese a su gran peligrosidad. En la actualidad, el mercado no ha desarrollado detectores para advertir la presencia de este explosivo.