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José Manuel Meneses: «En el cine se ha dejado a un lado la Guerra Civil y se apuesta más por la fantasía»

El espinazo del diablo, Hellboy o Un monstruo viene a verme son algunas de las producciones en las que ha participado José Manuel Meneses

José Manuel Meneses: «En el cine se ha dejado a un lado la Guerra Civil y se apuesta más por la fantasía»

¿Cómo es el trabajo que realiza un profesional de efectos especiales

Compartimos muchas cosas con los maquilladores, somos vasos comunicantes. Partimos de los diseños que hacen ilustradores o pintores. Nosotros hacemos esculturas, miniaturas y maquetas hasta que los directores nos dan el visto bueno. Es un trabajo técnico, en el que utilizamos productos químicos, resinas, látex, poliéster... También se pueden incluir mecanismos electrónicos. Hacemos un poco de todo y nunca sabemos lo que haremos en el próximo trabajo. Ni siquiera conocemos si trabajaremos.

¿Existe mucha inestabilidad laboral dentro de su sector?

Todo son incertidumbres en este trabajo. También ocurre que te pueden pedir que hagas una ballena o un dinosaurio, y no hay libros sobre eso. Podemos trabajar de día o de noche, no sabemos cómo serán los rodajes. No todo el mundo vale para este trabajo, es muy sacrificado. Tiene que ser para gente que no quiera tener una labor rutinaria durante toda su vida. Y muchas veces nos toca hacer las cosas contrarreloj. Nos dicen que en cinco días tiene que haber un dinosaurio o un duende y no van a parar una producción por nosotros.

Suena muy estresante todo esto que está contando...

Es que es un trabajo estresante para gente que sea apasionada por el cine. Tienes que ver muchas películas y fliparlo, hacer cosas para el cine y preguntar cómo se hacen. Hay una gran parte de vocación, más allá de la incertidumbre y el estrés. Como no tengas vocación, no lo puedes aguantar. Y cuando estamos de vacaciones, seguimos haciendo lo mismo, porque es lo que nos gusta. Mi generación no ha elegido hacer esto, sólo hemos podido ser lo que somos porque el trabajo nos ha buscado.

¿Dónde se ruedan a día de hoy las grandes producciones?

Ahora en Inglaterra. Durante un tiempo en la República Checa, Bulgaria e, incluso, España. Hollywood se ha trasladado a Europa, y Londres se ha convertido en la gran capital mundial del cine. Las políticas que se aplican tienen que ver mucho en todo esto. Y Europa cuenta con virtudes que Estados Unidos no tiene, como las ciudades históricas, las calles empedradas o el sol. Los costes son menores y aquí tenemos técnicos cualificados.

Usted logró un Oscar como miembro del equipo de maquillaje de El laberinto del fauno, ¿qué recuerda de aquello?

No lo esperábamos, creíamos que no le darían un premio técnico a una película de fuera de Estados Unidos. Ganamos el Oscar porque el fauno no era sólo un monstruo que salía del armario para asustar. Era una criatura con personalidad, sentido en la historia y original. Todo aquello llamó la atención. El fauno hablaba de forma especial, estaba integrado en los decorados y formaba parte de la película. No hay tantos maquillajes que sean así.

Antes mencionaba el auge europeo. Imagino que también habrá repercutido positivamente para ustedes...

Muchos maquilladores no paran de viajar a Inglaterra o Alemania, es brutal. Harry Potter, Marvel, Star Wars... Es un no parar de superproducciones. El cine español también está cambiando en este sentido. Los últimos 20 años han sido muy importantes, con la aparición de directores como Álex de la Iglesia o Alejandro Amenábar. Se ha dejado a un lado el costumbrismo y la Guerra Civil y se ha apostado por muchas películas de género. Los nuevos cineastas abrazan la acción, la fantasía y el terror. No es mal momento pese a la crisis.

¿Cuáles son las principales diferencias a la hora de trabajar en España o el extranjero?

En los sueldos es en lo que más se nota, fuera son mucho mayores. Las producciones españolas no dan para tanto. Otra diferencia es la especialización. Se valora que los españoles hagamos de todo. En Estados Unidos, por ejemplo, una persona hace moldes y la otra pinta, y no tienen ni idea del trabajo de los demás. Aquí es muy normal que alguien haga el molde y luego lo pinte.

A nivel técnico, ¿ha cambiado el mundo del maquillaje?

Lo que más ha cambiado es que antes se hacía todo con látex y espuma de látex y ahora no. Son materiales que no se iluminan bien y en cámara hacen sombras duras, producen un efecto de acartonamiento. Las siliconas son más translúcidas y flexibles, dan un resultado muy realista. El cambio más importante ha llegado en los materiales.

¿Los seguidores de la fantasía han aumentado en España?

El otro día leía un artículo que decía que nunca se habían producido tantas películas de terror como ahora. Las nuevas generaciones no han pasado penurias con la posguerra, no han sufrido a Franco y no quieren reivindicar la democracia porque siempre han vivido en ella. Sus referencias son más cinéfilas que vitales.

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