Desde campañas de crowfunding que buscan recursos hasta la construcción de centros sanitarios en el corazón de África. Toda ayuda es bien recibida para luchar contra los muchos problemas que se acumulan en una de las zonas más desfavorecidas del planeta. También la que ha puesto en marcha el panadero ilicitano Fran Castell, a través de la ONG local Toubabs Team. En diciembre, dentro de las labores humanitarias que está desarrollando esta organización en Dakar, viajará a uno de los barrios de la capital senegalesa, Sam Sam, para ofrecer un curso de panadería y repostería.

Es la segunda vez que viaja este año a Dakar junto a Toubabs Team. La primera vez lo hizo en enero a una pequeña aldea de casas diseminadas llamada Shangé, en la que llevó a cabo un taller del mismo estilo gracias al horno que había construido la ONG ilicitana. Allí enseñó a un grupo de treinta mujeres a hacer pan, bollos, algunos tipos de bizcochos y galletas. «Por desgracia, se trata de sociedades muy machistas, en las que toda la carga de trabajo, así como el cuidado de los niños, recae en las mujeres, mientras los hombres se dedican a contemplar las musarañas», asegura Castell desde su experiencia en África.

Los productos culinarios que las mujeres senegalesas aprenden a cocinar gracias al trabajo del panadero ilicitano sirven para fomentar el pequeño comercio, el intercambio y los trueques habituales en la cultura africana. Al igual que él les enseña sus recetas, la labor de otras misioneras y religiosas sobre el terreno les permiten confeccionar sus propios vestidos, bolsos o jabones. La ascendencia francesa que predomina en Senegal le lleva a apostar por baguettes o brioches como principales panes, más allá de los bizcochos o tartas que cocinen. Hasta 85 mujeres pueden llegar a darse cita en el curso que impartirá el próximo mes Castell de manera desinteresada y altruista.

«El nuevo reto es ir más equipados. A las mujeres de Dakar les gusta mucho nuestra iniciativa y están ilusionadas con el curso. Las que participaron en enero han aprendido mucho y les está siendo de gran utilidad», explica este ilicitano, que contará con el apoyo de la misionera Regina Casado. Al margen de enseñarles algunos de sus trucos con el horno, en las clases que impartirá también hará hincapié en aspectos como la seguridad, la higiene alimentaria o la manipulación de alimentos. «Todo esto es muy importante. En España, con una gastroenteritis, pasas tres días en el aseo. En África, puedes deshidratarte y morir», puntualiza.

Al margen de trabajar como panadero, Castell es docente y ha dado clases en Elche con colectivos en riesgo de exclusión social. Por este hecho fue reclutado por Mari Ángeles Medina, una de las fundadoras de Toubabs Team, para formar parte del equipo de la ONG, en el que tienen cabida desde sanitarios hasta fotógrafos, pasando por ingenieros, pintores o psicólogos. «Esta experiencia me ha ayudado mucho a mí también, creo que ahora soy mejor persona que antes», añade el ilicitano.

En diciembre viajará a Sam Sam junto a una buena representación de Toubabs Team. Será el cuarto viaje a Dakar que realiza la ONG en apenas dos años. Esta vez será una de las más especiales, ya que el 7 de diciembre está prevista la inauguración del centro de salud que se ha construido en el barrio de Sam Sam gracias a los recursos que han recogido estos solidarios ilicitanos. Ahora es el momento de dotar con recursos al centro. Hasta la fecha han conseguido diez camas de hospital, que las han podido transportar gracias a la colaboración del Ejército español.

Comida solidaria

Dentro de las acciones que Toubabs Team lleva a cabo para recaudar fondos, mañana tendrá lugar una comida solidaria en la finca Villa María Ana, gracias a la ayuda de la Fundación Pascual Ros Aguilar. La comida es abierta para todos los que quieran participar y el precio del menú para los adultos es de 25 euros (5 euros el infantil). Todo lo recaudado se destinará a la dotación del centro de salud en Dakar.