«Ir a la Universidad supone levantarme cada día con ilusión». Así lo reconoció ayer María Asunción Botella durante el Pleno de Mayores con alumnos de la Universidad Abierta de la Uned. Estudiantes con más de 55 años tomaron el salón de plenos del Ayuntamiento para narrar sus experiencias y para reivindicar sus necesidades en la ciudad.
Desatacaron la importancia de construir una sociedad integradora y demandaron la necesidad de facilitar la formación a este colectivo. Asimismo, los participantes también reclamaron una localidad tecnológica e inteligente, pero, sobre todo, una sociedad que les tenga en cuenta.
La oportunidad de acceder a unos estudios, sin importar la edad, fue uno de los argumentos que más se pudieron escuchar en la jornada de ayer. El director de la Uned, José Ruiz, respaldó las peticiones de los participantes en el debate con un mensaje claro: «El mantenimiento de la actividad intelectual y social compensa los efectos negativos del envejecimiento, mientras que la falta de ejercicio mental conduce a un envejecimiento patológico», alegó.
En esta línea, puso el acento en las inversiones en el aprendizaje de los mayores durante toda la vida como una fórmula de «ahorro en los costes farmacéuticos y sanitarios».
Y es que el peso que tiene este colectivo ahora mismo en Elche sigue al alza. Como ejemplo, según apuntó el alcalde, Carlos González, durante su intervención, en solo una década Elche tendrá 50.000 personas mayores de 65 años. De ahí que el presidente de la Corporación municipal se comprometiera a seguir trabajando con la Uned como «clave dentro de la política de mayores que impulsamos».
La construcción de un segundo centro de mayores es uno de los proyectos que tiene pendiente la ciudad para este colectivo. Por el momento, el tripartito ha cedido una parcela al Consell en el barrio de El Pla, tras la saturación de las instalaciones actuales. En marcha está también la adhesión a la red de ciudades amigables con los mayores para tratar de hacer el municipio más accesible.
