Un proyecto dividido en tres como si de una línea conductora se tratara. Primero fue Advenimiento, en el que se abordaba la aparición de la naturaleza dentro del propio ser humano. Luego llegó el turno de Con-Ciencia Psicoterrática, en el que se estudiaban los problemas derivados de la falta de naturaleza en nuestro entorno. Y ahora es el momento de Vegetación Ósea, la muestra que ha inaugurado Miriam M. Guirao (Elche, 1981) en L'Escorxador y que podrá visitarse hasta el próximo 26 de noviembre.

La nueva exposición de la artista ilicitana está formada por un total de 78 huesos, atados con tendones elásticos de los que brotan una serie de hojas doradas. Junto a todo esto, una quincena de vértebras amontonadas crea una figura abstracta. La muestra se completa con un montaje audiovisual en el que una chica baila con una camisa de fuerza que fue bordada por la propia Miriam G. Guirao para el proyecto BilbaoArte. Con esta serie de acciones, la creadora local pretende alertar sobre la depresión que pueden sufrir las personas por la falta de naturaleza.

Este montaje también supone el regreso de la artista a su ciudad. Su última exposición en Elche se remonta a 2013, año en el que L'Escorxador fue el escenario de Raíces y Puntas. «Para mí siempre es una pasada exponer en mi casa y sentirme apoyada por las personas que se encargan de la gestión cultural. Mi familia también lo tiene más fácil para visitar el trabajo», señala la autora de un conjunto de obras que ha recibido el reconocimiento del Premi de les Arts Expojove, que está organizado por la Concejalía de Juventud.

Vegetación Ósea habla de la lucha de la naturaleza, la vida y la muerte, desde los motivos vegetales como naturaleza ante lo social. El hueso ejerce como soporte humano. En este caso, el fémur y las vértebras son las que aguantan la mayor carga en el esqueleto. La instalación está vencida como reflejo de la presión egocéntrica que ha desplazado la naturaleza a un segundo plano.

La creadora ilicitana también es la autora del proyecto Jardines Efímeros, en el que se busca despertar el apego emocional hacia la vegetación. Dentro de su actividad profesional, Miriam M. Guirao también forma parte del colectivo A Quemarropa, que permite a otros artistas desarrollar sus trabajos durante periodos de residencia en la provincia.

La trayectoria de la autora de Vegetación Ósea es llamativa, ya que tras acabar sus estudios de EGB pasó una década trabajando como empleada en una fábrica de calzado. Pasado aquel periodo de diez años, decidió retomar los estudios, hasta que obtuvo la titulación de Bellas Artes y consiguió dedicarse a la que es su verdadera vocación.