La residencia juvenil de Altabix ha salvado otro escollo para tratar de entrar en servicio después de más de cuatro años construida sin ver la luz. El Ejecutivo local ha finalizado ya la redacción del pliego de condiciones, tras llegar a un consenso entre las tres formaciones políticas.
Con este avance, el documento se encuentra ya en contratación para que el servicio pueda salir a licitación. Un trámite con el que el equipo de gobierno marca ahora como plazo de apertura de las instalaciones los meses de marzo o abril del próximo año, pese a que la idea inicial era tratar de activar estas dependencias municipales en lo que quedaba de 2017.
La fórmula por la que, finalmente, ha decidido optar el tripartito para adjudicar la gestión de la residencia juvenil situada junto a la Ciudad Deportiva es a través de una concesión del servicio a cambio de un canon de 4.700 euros mensuales.
En un principio, la propuesta municipal fijaba un periodo de carencia de un lustro. Sin embargo, la idea es que ahora haya un canon progresivo durante los cuatro primeros años de vigencia del contrato. Concretamente, la primera y segunda anualidad será de mil euros mensuales y la tercera y cuarta de 2.000. «Hemos decidido suprimir el periodo de carencia porque se trata de un servicio público que tiene que revertir desde el principio en los ciudadanos», señala la concejal de Juventud, Tere Maciá. Con este sistema de pago progresivo, lo que también pretende el tripartito es permitir a la empresa que durante la concesión del servicio, que será de 15 años, pueda ir recuperando los 150.000 euros que tendrá que pagar para terminar de poner a punto el edificio.
Junto a este cambio introducido, el Ejecutivo local también ha incluido modificaciones en los criterios para puntuar. «La intención es que el procedimiento de adjudicación sea de lo más objetivo posible y transparente», apunta la edil del área.
Perfilar los usos permitidos en el complejo, construido con 2,4 millones de euros del Plan Confianza, ha sido una de las tareas que más se han replanteado los diferentes equipos de gobierno, desde su edificación. Lo que en un principio iba a ser residencia, luego fue albergue y luego, otra vez, residencia. Ahora, las dependencias acogerán a jóvenes, adultos y niños con el carnet de alberguista. También podrán hospedarse en el inmueble equipos deportivos, jóvenes, o no, que participen en programas europeos. Asimismo, tendrán cabida estudiantes que puedan alojarse durante el curso académico.
La recuperación del edificio traerá consigo diferentes obras de acondicionamiento que correrán a cargo de la mercantil. El Ayuntamiento asumirá obligaciones para supervisar el contrato y el funcionamiento del complejo residencial. Es más, el Consistorio designará a los técnicos responsables del seguimiento de ejecución de las obras, que realizarán inspecciones periódicas.
Una vez que acaben los 15 años de duración del contrato, la gestión y explotación de la residencia volverán al ámbito de actuación del Ayuntamiento.
