Además del reparto de comida que se realiza varias veces al año, el Servicio de Emergencia Social efectúa cada noche, 365 días al año, un reparto de comida al medio centenar de personas que cada noche duerme a la intemperie en la ciudad. Para ello, los voluntarios elaboran sándwiches, les dan magdalenas, y otros alimentos de consumo rápido para ayudarles a pasar la noche. Ahora, de cara al invierno, se les servirá algo caliente para ayudarles a combatir el frío, de la misma manera que en verano tratan de poder darles algo frío para mitigar el efecto de las altas temperaturas.
El reparto se realiza todos los días, a partir de las 20 horas. El servicio lo realizan íntegramente los voluntarios, y recorren hasta 16 puntos de la ciudad para dar el servicio a todos ellos. Los barrios con mayores paradas son Los Palmeras y Carrús, los puntos donde mayor concentración de personas sin hogar hay en la ciudad. El personal de Cruz Roja estudia cada caso de forma individual, acompaña a los demandantes de este servicio hasta sus hogares y comprueban que se trata de personas una necesidad urgente.
El problema de los sintecho pasa por que apenas hay plazas en albergues de la ciudad. En el de Cáritas tan solo se permite que los usuarios pases tres noches, una vez cada tres meses. Así, y aunque cada noche se atiende a medio centenar de personas, el cómputo anual es mucho mayor, pues los hay que solo están de paso en la ciudad en el camino hacia Alicante o Murcia, donde hay más plazas en cuanto a albergues se refiere.
Sea como sea, el hecho de que cada noche 50 personas duerman a la intemperie pone sobre la mesa el grave problema social y la necesidad de alternativas ocupacionales que tiene la ciudad.
