El mundo rural esconde muchas historias, como la de Nerea Basarte, una mujer que empezó ganándose la vida como azafata de vuelo y que ahora dedica su vida a la cría de ovejas. O la de Celia Mas, una esteticista que decidió cambiar y hacerse cargo de los terrenos de su familia y acabó vendiendo granadas por internet.

Historias con nombres de mujeres que hoy en día son imprescindibles en las zonas rurales. Así lo defienden los colectivos agrarios, que destacan que la provincia de Alicante es, con diferencia, la que cuenta con más mujeres trabajando en el sector agrícola, si se compara con el resto de la Comunidad. De hecho, tres de cada diez trabajadores del sector agrícola en la provincia son mujeres, algo más de un tercio.

Las trabajadoras del campo desarrollan todas las tareas que precisa el sector. Desde la plantación, riego, labranza, selección de producto, y envasa hasta otras tareas de contabilidad o gestión de las empresas, en las que una gran parte de mujeres está al frente. Sin embargo, explica la presidenta de la Asociación de Mujeres y Familia de Ámbito Rural (Amfar), Tere Antón, «aún queda un trabajo importante que realizar», porque, admite, «el campo siempre se ha considerado un terreno de hombres».

Sin embargo, las cosas están cambiando y la modernización de las técnicas de cultivo, sumado a la incorporación de las nuevas tecnologías, con maquinarias y procesos más modernos, han propiciado que la fuerza ya no sea un elemento fundamental para trabajar el campo. «Llevar un tractor conlleva el mismo esfuerzo que utilizar un teléfono móvil. Todo se programa actualmente», apuntan desde el sector agrario, donde se están incorporando muchas ingenieras agrónomas.

El arraigo es un factor clave para entender por qué en la provincia de Alicante la presencia de la mujer en el campo es mucho mayor que en el resto de provincias de la Comunidad Valenciana. La provincia con más trabajadores dados de alta en el sector agrario es València, con 22.800 empleados registrados en la Seguridad Social. No obstante, del total sólo el 15% son mujeres. Por contra, en Alicante hay hasta 16.300 empleados en el mundo rural, y el 35% son mujeres.

El hecho de que muchas mujeres de la provincia hayan crecido en familias vinculadas a la agricultura se considera un factor importante para entender su vinculación al sector. De hecho, la presencia de la mujer en puestos importantes de colectivos agrarios y de regantes empieza a ser un hecho.

Aún así, las mujeres consideran que todavía tienen que luchar para hacer valer su opinión sobre la de los hombres, cuando estas trabajan codo a codo con sus maridos. «Tradicionalmente se ha adoptado una posición cómoda, dejando que sean ellos los que tomen las decisiones, y no tiene por qué ser así», sostiene Tere Antón, que considera que en el campo la opinión de una mujer tiene el mismo valor que la de un hombre, sobre todo cuando los conocimientos son los mismos.

Desde la Associació per al Desenvolupament Rural del Camp d'Elx (ADR) destacan que la mujer siempre ha trabajado en el campo, ayudando en la recolección de las cosechas, pero que han sido muy pocas las que se han dado de alta en la Seguridad Social. De ahí que muchas hayan tenido problemas a la hora de jubilarse, pese a acumular toda una vida de trabajo en el campo. «Las mujeres siempre han estado en el campo», subraya Marga Guilló, de ADR. Guilló destaca que la puesta en marcha del Grupo de Acción Local en el sur de la provincia servirá, también, para crear líneas de trabajo que favorezcan la incorporación de más mujeres al medio rural.

No obstante, los colectivos echan en falta políticas que fomenten la igualdad en el medio rural. Se ponen en marcha programas de inserción laboral y formación en muchas áreas, pero no se hace nada dirigido a potenciar la presencia de la mujer en el sector de la agricultura o la ganadería, cuando la implantación de las nuevas tecnologías hacen que sean mucho más asequible que hace varias décadas.

Por tanto, y pese a lo buenos datos que hay en la provincia, si se compara la presencia de la mujer en el medio rural con otras zonas, se sigue reclamando una mayor concienciación para que las mujeres que ya están tengan más visibilidad, y que los pensamientos de los jóvenes no asocien por sistema el medio rural a los hombres, como ha venido pasando tradicionalmente.