O se toman medidas para controlar el ruido en las zonas de terrazas, o los negocios tendrán que acabar echando el cierre. Así de claro lo tienen los hoteleros de Elche, al menos los socios de la Asociación de Empresas de Servicios de Elche y Comarca (Aesec) y de la Asociación de Hostelería de Elche (Hostelx), que se han unido para tratar de revertir la situación que dio lugar a la sentencia judicial que obliga al Ayuntamiento de Elche a tomar medidas en el área del centro que se ha considerado como zona acústicamente saturada. Ambas patronales se han unido para crear brigadas con el fin de concienciar a los empresarios de las zonas más conflictivas de la necesidad de contener el ruido.

Los afectados entienden que el problema se centra en el exterior, en la actividad que se genera en las terrazas de zonas como la plaza de la Merced o el Passeig de les Eres de Santa Llúcia, y es ahí donde van a empezar a realizar visitas a los establecimientos, con el fin de concienciarles sobre la necesidad de controlar la actividad que se registra en las terrazas, cuando acuden una mayor cantidad de personas.

Los hosteleros consideran que el nivel de decibelios en el interior de los locales no supera los límites permitidos, y reiteran su colaboración con todas las medidas adoptadas en los últimos tiempos por el Ayuntamiento, como la instalación de limitadores en los aparatos de música.

Medidas que, según la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Elche, han sido insuficientes para contener el ruido en calles como Maestro Albéniz, San Vicente, San Agatángelo, San Francisco Javier, Puerta de Alicante y el Passeig de les Eres de Santa Llúcia, donde los niveles sonoros rebasan los 65 decibelios permitidos por la ley los fines de semanas y las vísperas de festivos, según la resolución judicial que ha puesto al sector contra las cuerdas.

Es por ello que los empresarios han apostado por aumentar la sensibilización en el sector, antes de que sea demasiado tarde, y se acaben retirando licencias a los establecimientos que contribuyen a la actividad económica y de ocio en la ciudad.

El presidente de la Asociación de Empresas de Servicios de Elche y Comarca, José Rizo, se muestra muy claro en este sentido. «El problema no está en los locales, sino en la calle», dijo Rizo, quien anunció que van a reforzar la colocación de cartelería en las terrazas, para pedir que se respete el descanso de los vecinos, pero a la vez apuntó que «es necesario que todos los empresarios trabajemos en la misma dirección, para no desentendernos de lo que ocurre en la calle, poniendo como excusa que sólo somos responsables de lo que sucede en el interior de los establecimientos».

«Nos jugamos que nos cierren las terrazas», admitieron desde Aesec, desde donde han empezado a trabajar codo a codo con Hostelx en la labor de concienciación, en la que también se han implicado locales independientes, que no forman parte de ninguno de los dos colectivos.

En definitiva, indicaron desde ambas patronales, se trata de apostar por un modelo de ciudad sostenible, en el que sea compatible la actividad de ocio con el descanso de los vecinos, pero sin poner límites descabellados a la actividad económica, que, como indicaron, «provoquen el cierre de locales y el consiguiente despido de trabajadores».

Por otro lado, los hosteleros sostienen que sería necesario repetir una sonometría, ya que sobre la que se sustenta la decisión judicial es del año 2013, y prefieren contar con una análisis más actualizado de la realidad a la hora de tomar medidas para mejorar el clima que se registra actualmente en las zonas marcadas como acústicamente saturadas, según los tribunales.