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Controlará tráfico, locales y ocio nocturno

El tripartito adelanta la revisión del plan acústico y amplía la medición del ruido al tráfico, locales y ocio nocturno

El Ayuntamiento comenzará antes de que acabe el año con la evaluación de la contaminación acústica en todo el término municipal

Nuevas mediciones para comprobar no solo el ruido de los locales de ocio nocturno, sino también del tráfico y de los establecimientos abiertos al público. El tripartito va adelantar la revisión del plan acústico municipal y va a comenzar ya con las pruebas sonométricas para evaluar la contaminación acústica en todo el territorio del término municipal.

En pleno proceso para tratar de dar luz verde de forma definitiva a la nueva ordenanza de protección contra la contaminación acústica, una vez concluido el periodo de alegaciones, y tras la polémica sentencia que pide al Ayuntamiento la declaración de parte del centro de la ciudad como zona acústicamente saturada, el Ejecutivo local ha decidido mover ficha. Aunque la revisión del plan acústico tenía que realizarse en 2018, el equipo de gobierno ha visto necesario comenzar ya con la supervisión de ese documento aprobado con el Ejecutivo del PP, en el año 2014.

El plan municipal de hace cuatro años, recoge, por ejemplo, el grado de contaminación acústica, tanto del tráfico rodado, aéreo y ferroviario. También tiene en cuenta el ocio nocturno, las identificaciones de zonas de actuación y las acciones en zonas industriales. Asimismo, incorpora un mapa acústico en el que se analizan los niveles sonoros de todo el término municipal.

La circunvalación Murcia-Alicante o CV-8500; el enlace entre la A7 con la N-340, a través de la CV-84; la avenida del Bimil·lenari y la avenida de la Unesco son enclaves en los que el documento de 2014 pone el foco por alcanzar niveles sonoros «mayoritariamente críticos». Ese estudio aprobado por el Ayuntamiento en su día fija como zonas críticas por el ruido del ocio: las calles del centro, como Puerta de Alicante, San Agatángelo y San Vicente, y la plaza de l'Algeps. Como áreas potencialmente críticas, el Consistorio incluyó viales del centro histórico: Pere Ibarra, Empedrat, Hospital, Trinquet, San Pedro, Maestro Albéniz, Infante Don Juan Manuel, Alfonso XII, Mare de Déu del Carme y Mare de Déu del Desamparats, además de las plazas del Congreso Eucarístico, la Glorieta, las Flores, la Merced, Eres de Santa Llúcia y Palacio de Congresos. En este mismo nivel incorporó calles del barrio de la Zapatillera, como Martín de Torres, Salazar Alonso, Gabriel y Galán y Marceliano Coquillat. Asimismo, añadió el área peatonal interior de la plaza de Castilla y la intersección de las calles Pintor Sixto Marco, Orihuela y Frasquita Vázquez.

En marcha

La revisión del Plan Acústico Municipal se suma a otras medidas que ya han comenzado a aplicarse por parte de la Policía Local. El Ayuntamiento ha reforzado el control en las calles con concentración de pubs para frenar el exceso de ruido. De manera especial, una patrulla nocturna se encarga de supervisar los fines de semana el horario de retirada de las mesas y sillas de las terrazas, que no debe sobrepasar el límite de la una y media de la madrugada. También se ocupa de verificar si cumplen con las limitaciones municipales en cuanto al cumplimiento de los decibelios e insonorizaciones.

No en vano, los agentes de la unidad de calidad socioambiental de la Policía Local dedican especial atención al ruido que se produce en la calle. Algo en lo que han insistido los vecinos últimamente, al igual que la Asociación de Afectados por el Ruido ha alegado en sus repetidas denuncias.

Tras la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Elche, que pide al Consistorio tomar medidas para la declaración de calles del centro con pubs como zona acústicamente saturada, el tripartito ha recurrido ya el fallo del juez. El concejal de Aperturas, Carlos Sánchez, señaló que ya se están realizando actuaciones para frenar el ruido. Entre ellas, la obligación de que los limitadores estén conectados a los pubs, o las mediciones periódicas, así como el mayor control policial para evitar las voces en la calle.

Nueva ordenanza

La ordenanza municipal del ruido, que todavía tiene que aprobarse tras estar en fase de exposición pública y tras las alegaciones recibidas, incorpora la medición de los ruidos de impacto, como el arrastre de las sillas de las terrazas y de los establecimientos de hostelería. En la calle, según el borrador, también habrá control del ruido con micrófonos ambientales para medir el impacto de las áreas de carga y descarga o de las mudanzas, en caso de que el Ayuntamiento reciba quejas. Además, los aires acondicionados de los negocios también estarán en el punto de mira.

Entre las novedades que contempla el reglamento, está también la recuperación del Observatorio del Ruido para dar voz a representantes vecinales, empresarios y a la Policía Local. Asimismo, habrá una oficina virtual para atender a las consultas de ciudadanas con relación al ruido, recibir quejas o resolver denuncias. Más allá de lo que ya recoge la ordenanza, el tripartito también abre la puerta a instalar semáforos del ruido para señalar en verde los negocios responsables.

Desde la Federación de Asociaciones de Vecinos se posicionaron ayer a favor de compatibilizar el descanso y el ocio. El colectivo ha mostrado su rechazo a retirar concesiones de licencias en las zonas de ocio, en caso de declarar parte del centro como zona acústica saturada. También piden dar más voz a los colectivos en la mesa del ruido y califican de «restrictivas» medidas de la ordenanza en cuanto a la celebración de actividades vecinales comunes en el exterior.

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