«La mayoría de las empresas son como las personas: se mueren por lo que les pasa por dentro, no por lo que les viene de fuera». Perder información a chorros, ceder talento, no apostar por internacionalizar o desaprovechar las oportunidades son algunos de los males que aquejan no hoy en día, sino desde hace tiempo, a las organizaciones empresariales, las cuales deben apostar claramente por un cambio de cultura. «Hay que dejar atrás el traspaso de culpa y pasar a una aportación de soluciones. Valoro una sugerencia de cómo se puede arreglar un problema por parte de un colega de otro departamento, en lugar de decir que yo no lo llevo».

Éstas y otras muchas ideas frescas ha lanzado esta mañana Isaac Martín Barbero a cerca de siete decenas de responsables de firmas y organizaciones empresariales de la provincia, que se han dado cita en un conocido hotel de Elche con motivo de un desayuno organizado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) y que cuenta con el respaldo del Círculo de Economía de la Provincia de Alicante, de Hidraqua y del Sabadell.

La calidad del ponente generó unas expectativas que se vieron cumplidas. No en vano Martín Barbero es el actual presidente de Ineco (una consultoría de ingeniería civil cuyo accionariado se lo reparten Enaire, Adif y Renfe), exdirector de Internacionalización del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) y ha sido consejero económico y comercial jefe en la embajada de España en Ankara (responsable de Turquía, Azerbaiyán, Georgia e Irak), en la de Vietnam y en la de Riad (Arabia Saudí).

«Se puede ir de victoria táctica en victoria táctica hasta llegar a la derrota comercial», advertía el conferenciante, el cual aboga por escuchar a los trabajadores, al cliente y mantener la mente y los ojos siempre abiertos.

Martín Barbero tiene claro que nunca hay que subestimar la fuerza de un peón «y el mejor mecanismo de alerta temprana es la gente que tenemos en el terreno. Si no la escuchamos, si los tenemos como una simple cadena, se limitarán a cumplir con el expediente».

La internacionalización, la innovación y la inteligencia fueron los tres pilares sobre los que progresó en su charla, en la que quiso dejar claro a los presentes que no se engañen ya que el centro económico mundial no está en Europa o en Estados Unidos. El eje que vertebra las relaciones económicas es el del Pacífico, con las manufacturas asiáticas (y también cada vez sumando más innovación) y la innovación de la costa oeste del continente americano.