Diez municipios de la provincia de Alicante, que forman parte del Consorcio de Residuos del Baix Vinalopó, han dado ya su autorización para la modernización de la planta de basuras de Elche, cuyas obras podrán comenzar en enero, tal y como señalaron ayer desde el Ejecutivo local. Se trata así del trámite final para que pueda comenzar oficialmente la redacción de un proyecto de modernización valorado en 15 millones de euros.

Tras la reunión celebrada ayer, las localidades dieron su visto bueno a empezar a pagar los costes de esa inversión a partir de 2019, ya que el plazo previsto de ejecución de los trabajos es de 12 meses, por lo que, si no ocurren imprevistos, la reforma de la infraestructura situada en la sierra dels Cremats, en Saladas, podría estar lista el próximo año.

La modernización de las instalaciones supondrá un incremento de alrededor del 50% de los costes que los ayuntamientos asumen por la gestión de cada una de las toneladas de sus residuos, según ya señalaron a este diario fuentes de la Diputación de Alicante. La planta de residuos de Elche recibe unas 135.000 toneladas al año, de las que 80.000 corresponden al municipio ilicitano. De ahí que Elche sea la ciudad que más dinero tenga que aportar para financiar la modernización de las instalaciones, ya tiene una representación del 70% en el Consorcio de Gestión de Residuos Sólidos.

Pese al inicio de las obras en todo el recinto, desde el tripartito señalaron que el trabajo diario no se verá interrumpido.

Las mejoras, según explicó el concejal de Limpieza y Mantenimiento, Héctor Díez, consistirán principalmente en la optimización de la recuperación de materiales y el envío de un menor número de residuos al vertedero.

Asimismo, una de las ventajas, que viene a responder a una demanda histórica de los vecinos, es que se minimizará el impacto de los olores en el entorno, porque toda la gestión de los residuos se realizará en compartimentos estancos. Y es que este problema ha sido habitualmente denunciado por los residentes de las viviendas diseminadas por la serranía ilicitana. El hedor, que anteriormente solo molestaba en verano, ahora se extiende también a otras épocas del año por el ascenso de las temperaturas.

Una de esas tecnologías que incorporará el recinto será, por ejemplo, un sistema de láseres ópticos para separar los desperdicios con mayor precisión. Una tarea de la que ahora se están encargando operarios. De forma más concreta, entre esas mejoras previstas, destaca la creación de un parque de fermentación con una nave estanca para evitar así la fuga de olores. Mientras, en los procesos de triaje se incorporarán máquinas, con las que se pretende aumentar la precisión a la hora de separar los residuos.

De esta manera, los operarios que se ocupan de esta actividad serán distribuidos en otras tareas, ya que no está previsto que se produzcan despidos, tal y como ya trasladaron desde el organismo de gestión de residuos al Ayuntamiento ilicitano.

El concejal de Limpieza también destacó sobre esta inversión que «es una apuesta decidida para mejorar la gestión de los residuos desde el punto de vista de la sostenibilidad ambiental, y también económica y social. Todo suma de cara a la candidatura de Elche a Capital Verde Europea 2030».

Implicación

El Consorcio de Residuos del Baix Vinalopó está formado por la Diputación Provincial y los municipios de Elche, Crevillent, Santa Pola, Aspe, Novelda, Hondón de los Frailes, Hondón de las Nieves, La Romana, La Algueña y Monforte del Cid. Se trata del primer organismo de la provincia que cumplirá con el Plan Integral de Residuos de la Generalitat.

Tras los últimos avances, Joan Piquer, director general del Cambio Climático y Calidad Ambiental de la Generalitat Valenciana, envió una carta al alcalde ilicitano, Carlos González, con la que felicitó al Consorcio «por la disponibilidad para la aprobación definitiva del proyecto de gestión modificado de las instalaciones de tratamiento de residuos de Elche tras los trámites realizados».