Adentrarse por las calles del mercadillo medieval permite hacer un viaje a otro tiempo y, también, a un mundo de fantasía. Músicos, bufones y demás personajes crean una ambientación mágica que se complementa con los productos de lo más variopinto que se pueden encontrar en los 140 puestos que hasta mañana permanecerán instalados por las calles y plazas colindantes a la basílica de Santa María. En las casetas los mercaderes ofrecen casi de todo, más allá de los tradicionales productos de artesanía.

El mercadillo medieval está dividido en dos grandes zonas: la gastronómica y la comercial. En la primera de ellas están expuestos embutidos, quesos, mieles, pasteles y turrones. No hace falta indagar mucho para encontrarse con algo que sea más que llamativo para llevarse a la boca. Junto a la gran pulpería y la taberna alemana hay un cerdo sobre unas brasas que llama la atención. Muchos de los visitantes se animan a hacerse una foto junto al animal, pese a la crudeza de la estampa. Mercaderes llegados desde Galicia ofrecen en este punto de venta un kebab de cerdo muy diferente a los más tradicionales de pollo y ternera.

Junto a la comida, los puestos de bebida, de cualquier graduación, tienen un peso destacado dentro del mercadillo medieval. Entre los brebajes destaca el hidromiel y, este año, llama la atención la sangría erótica que se vende en la plaza del Congreso Eucarístico. Aunque reticente en un primer momento, su vendedor acaba confesando que la granadina es el ingrediente secreto de esta bebida. Sus propiedades afrodisiacas son las que le permiten levantar la pasión entre aquellos que la consumen. Los que no quieran excitarse pueden decantarse por una sangría hecha a base de cava que resulta más convencional para el paladar.

Dejando atrás la zona de la gastronomía y adentrándose en la otra parte del mercadillo, uno de los primeros puestos que resalta es el de unos jóvenes que venden productos relacionados con las series, tanto las creadas por las grandes productoras estadounidenses como las que proceden de Japón y el mundo del manga. Se pueden comprar hasta las siete bolas de dragón de la saga protagonizada por Son Goku. Como no podía ser de otra forma, en esta caseta los objetos más solicitados son los que están relacionados con Juego de tronos, que van desde los llaveros hasta las carteras, pasando por relojes o colgantes de la Mano del Rey.

Mundo de fantasía

Hasta mañana en Elche se podrá comprar lo que uno busca y también objetos en los que nunca se hubiera pensado. Entre ellos se encuentran unas diminutas puertas mágicas con las que dar entrada a seres imaginarios, como el Ratoncito Pérez. Estos diseños artesanales de madera y de diferentes colores permiten el desarrollo de la fantasía y la creatividad entre los más pequeños.

Junto a este puesto, en la calle Obispo Tormo hay instalado otro en el que se puede adquirir un método de depilación natural fabricado con silicio mineral y que se manipula a través de pieles de cuero. Con la fricción y la abrasión se logra eliminar el vello de forma rápida y sin dolor. Sus vendedores aseguran que debilita y retrasa el crecimiento del pelo, evitando que se enquiste.

Ajeno al ruido que provoca el tumulto de visitantes, Hasan talla en una esquina los azulejos con los que confecciona productos de porcelana como si de una performance se tratara. Con ellos construye preciosas fuentes que también se pueden comprar.