Regenerar el hueso perdido por el descenso en la densidad ósea como consecuencia de la osteoporosis. Esto es lo que permite el nuevo fármaco que se ha presentado durante el congreso de la Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral que reúne hasta esta tarde a 450 facultativos llegados de todo el mundo a la ciudad. El nuevo fármaco permitirá así crear nuevo hueso, y se espera que sea una realidad el año que viene, según señaló ayer Óscar Torregrosa, presidente del comité organizador local del congreso, y médico del servicio de Medicina Interna del Hospital General de Elche. La medicación actual ya logra mejorar la densidad ósea y prevenir las fracturas de los huesos, reduciendo los riesgos de forma significativa. Las personas que sufren osteoporosis tienen mayor facilidad a la hora de romperse cualquier hueso con un golpe mínimo, pero la medicación ha logrado equiparar estas lesiones al nivel de la población general.

Estos avances en la medicación han sido uno de los temas abordados en el congreso, que reúne a especialistas de primer nivel de diferentes partes del mundo. El principal problema de la osteoporosis, que aglutina el 70% de las dolencias relacionadas con el metabolismo mineral, es que los tratamientos actuales tienen fecha de caducidad, y solo pueden administrarse durante un periodo de tiempo determinado. Sin embargo, los tratamientos contra la osteoporosis son muy largos, lo que obliga a cambiarlos cada cierto tiempo cuando «caducan», con los inconvenientes que esto conlleva. Inyecciones subcutáneas de carácter mensual, semestral y anual ya se están utilizando con éxito en pacientes para sustituir el tratamiento diario en pastillas, asegura el doctor Torregrosa. «Con la medicación actual ya podemos controlar la osteoporosis, pero es necesario innovar y mejorar» para que la calidad de vida del paciente y los tiempos de los tratamiento sean mejores, dijo.

En cuanto al nuevo tratamiento que regenerará el hueso, los ensayos clínicos se encuentran en su fase final, y, si bien se retrasaron unos meses por diversas circunstancias, el estudio se ultimará de cara al año que viene. «Se están probando dos moléculas que lo que hacen es inhibir esa pérdida de hueso», señaló Torregrosa.

Otras de las afecciones que se han puesto sobre la mesa son las que afectan al metabolismo óseo y que son consideradas enfermedades raras. Cuando se habla de dolencias óseas, se tiende a pensar en pacientes de edad avanzada, pero también existen dolencias que afectan a los más pequeños. Entre las más conocidas está el raquitismo, que se produce cuando el crecimiento del hueso entre los más pequeños es inferior al habitual. La falta de vitamina D por la nula exposición al sol, causas genéticas y otras adquiridas están detrás de este tipo de enfermedades, por lo que en el congreso se incidió en la necesidad de que los pediatras las detecten para cogerlas a tiempo y ponerles remedio. Las ponencias seguirán durante toda la jornada de hoy en el Centro de Congresos.