Enmarcado en el XI Encuentro de Gestores de Patrimonio Mundial en España, celebrado este fin de semana en Palma de Mallorca y la Serra de Tramuntana, la ciudad de Elche ha participado como en años anteriores, con una comunicación sobre el Palmeral ilicitano que de forma resumida pretende exponer otros posibles recursos potenciales del Palmeral como bien patrimonial, al margen del propio pretendido como recurso turístico.

Desde el Ayuntamiento de Elche acercaron las distintas actuaciones y líneas de investigación desarrolladas en esta última década, más o menos inconexas, por el Consistorio, la Universidad Miguel Hernández en su Cátedra del Palmeral, así como de otros tantos trabajos de investigación llevados a cabo por expertos locales en la materia. El objetivo fue ofrecer una visión de conjunto de estos otros recursos en el marco patrimonial, así como plantear las interrelaciones y grado de dependencia que se dan entre los mismos, en el ánimo de colaborar en estas líneas de actuación.

Una de las prioridades expuestas par el Palmeral es el recuperar y potenciar su uso agrícola originario como recurso económico y medioambiental adaptado a nuestros días, conscientes de que la puesta en práctica y desarrollo de estos recursos, complementa y enriquece el propio recurso patrimonial y hace más atractiva la oferta turística.

Asimismo, también se abordó el Palmeral, como recurso medioambiental, como catalizador de gases invernadero y generador de biomasa, controlador hidrológicos, evita la erosión de suelos, genera un microclima óptimo y alimentos saludables (dátiles y cultivos asociados). Además se analizaron los recursos agrícolas, como la producción propia del dátil, pasta de dátil, y cultivos asociados. También se puso el foco en los productos manufacturados de restos de poda (fibras vegetales): tableros, aislantes, envases, pellets…Así como, abonos, biofertilizantes y compost.

Además de la producción propia de la palma blanca y la comercialización de palmeras in vitro.

Desde el Ayuntamiento, manifestaron en la necesidad de "ser capaces de conjugar y articular estos potenciales tan íntimamente relacionados y dependientes entre sí: patrimonio cultural, economía, sostenibilidad y turismo, para avanzar en el convencimiento de que nuestro patrimonio no debe entenderse como una carga, sino como un legado generador de riqueza, desarrollo social y calidad de vida".