Aunque a priori las orejas de soplillo puede que no acarren ningún problema de salud propiamente dicho, en adolescentes en edad escolar puede convertirse en un problema psicológico por las burlas en el colegio o el complejo del propio adolescente. Por eso, en estos casos, la Seguridad Social cubre la cirugía estética para solucionar el problema. Eso sí, siempre que se trate de jóvenes de 15 años, que el problema sea eminente y que se demuestre el perjuicio psicológico que esto acarrea.

Otros de los casos en los que los médicos actúan a través del sistema público de salud son aquellos en los que se ha visto afectado el tabique nasal por consumo de drogas, hasta el punto de que su desgaste pueda ocasionar problemas graves. En estas situaciones el requisito es tajante: los pacientes que quieran someterse a la reconstrucción del tabique deben acreditar que han dejado de consumir sustancias estupefacientes al menos durante un año.

También se cubren cirugías relacionadas con quemaduras, deformaciones por accidentes de tráficos o reconstrucciones de cara relacionadas con algún otro percance. Como en el caso de las hipertrofias mamarias, el filtro comienza en el médico de cabecera y termina en los cirujanos.