El entuerto del Mercado Central se coló en el discurso de todos los grupos políticos durante el debate del estado de la ciudad. La oposición arremetió contra el Ejecutivo local por la lentitud en torno al futuro del edificio de abastos. Ilicitanos criticó la falta de consenso para desalojar a los placeros resistentes en el inmueble, Ciudadanos denunció la paralización durante estos dos años y medio y el Partido Popular sacó pecho del proyecto que su formación dejó atado y que está todavía por materializar.

Frente a ello, el alcalde, Carlos González, rechazó la existencia de una «paralización» y anunció que en la próxima junta de gobierno local de este viernes se aprobará el plan de trabajo de las excavaciones arqueológicas previstas en el perímetro del inmueble con las que se podrá conocer si los restos que hay en el subsuelo tienen valor como para ser protegidos y paralizar así el derribo del actual inmueble y la construcción de uno nuevo junto a un aparcamiento subterráneo. Apuntó, así, que a lo largo de la próxima semana comenzarán las catas. También puso en valor las gestiones realizadas en los últimos meses por el concejal de Mercados, Carlos Sánchez, para lograr una salida de los placeros del inmueble de abastos que el propio regidor ilicitano calificó de «ejemplar».

En el discurso de Compromís tampoco faltaron las alusiones a un tema con el que a todas luces chocan con sus socios de Gobierno. Mireia Mollà se desmarcó del proyecto por «atentar contra los informes técnicos que se obviaron» y volvió a defender una iniciativa sostenible.

Precisamente, por este asunto también se abalanzaron desde la oposición contra Compromís, a los que criticaron por no haber puesto hasta ahora sobre la mesa una alternativa concreta a la edificación de un nuevo Mercado Central por el que votan en contra en las juntas de gobierno.