Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Santos Cirujano

Santos Cirujano: «Para recuperar el río Vinalopó hace falta un núcleo de población que se movilice»

«Los carrizales como formaciones características de los suelos inundados. Funciones y gestión» es la conferencia que impartirá hoy en Elche

El investigador del CSIC Santos Cirujano. INFORMACIÓN

La conferencia que ofrecerá hoy sábado está enmarcada dentro del ciclo «¿Dónde está el Vinalopó?», ¿puede contestar ahora esta pregunta?

El Vinalopó tiene demanda de agua, no de un agua cualquiera, tiene que ser de calidad. Hay que tener en cuenta que seguirá siendo un río estacional y fluctuante. Habrá años con poca agua y otros en los que el río se desborde. En las zonas del Medio y el Alto Vinalopó hay enclaves con interés desde el punto de vista de la biodiversidad y el paisaje y es conveniente que se recuperen... Y, cuando haya poca agua, que sea de calidad al menos. También hay que incidir en los embalses.

Según su visión, ¿cuáles son las principales problemas que presenta el Vinalopó ahora?

Lo primero sobre lo que hay que tomar conciencia es sobre que un río no es un canal y tiene sus características propias. Es normal que, en determinadas zonas, cuando pasa por los centros urbanos, esté canalizado. Si se quiere que la gente siga disfrutando del río, hay que actuar bien en las zonas que todavía son recuperables. Las depuradoras no pueden limpiar toda el agua contaminada que les llega, y eso se debe asumir. Ahí es donde entran en juego los carrizales, que cumplen la función de limpiar el agua que les llega.

¿Se puede afirmar que el Vinalopó es un río maltratado?

Al Vinalopó se le ha esquilmado agua, se le echan vertidos, está mal canalizado en algunos tramos y las presas son mejorables. Para recuperar el río se necesita un núcleo activo de población que se movilice, como hace el Observatorio del Vinalopó. Deben llegar más actuaciones que piensen en el medio y el largo plazo. Si los ciudadanos no le demandan nada a los políticos y dirigentes, la recuperación del río va a ser imposible.

¿Detecta más problemas?

Hay un problema social que está ligado con la imagen que tienen los ciudadanos de los ecosistemas. Hay personas, por ejemplo, que se quejan de que la leche de ahora no sabe cómo la leche de antes. Con el Vinalopó sucede que, de momento, hay gente que todavía se acuerda de cómo era antes de ser esquilmado y maltratado. Lo negativo es que las futuras generaciones pensarán que siempre ha sido así. Los bienes comunes están para ser disfrutados por todos.

¿En otras zonas de España hay más movimientos que aquí para proteger y conservar los bienes naturales?

Existen movimientos fuertes para recuperar determinados enclaves, como sucede con la ría del Carmen, en la bahía de Santander, o con las lagunas de Cantalejo, en Segovia, en las que se están haciendo tratamientos con plantas similares al carrizo. Esto permite que el agua llegue con la calidad suficiente para poder recuperar la biodiversidad de las lagunas. Se debe luchar mucho porque esto tiene un desgaste. Hay que demandar a los entes correspondientes que se recuperen los ecosistemas.

¿Qué papel pueden desempeñar los carrizales en todo lo que está comentando?

Los carrizales son formaciones que, en su estado óptimo, son impenetrables. En el caso de El Hondo, llegan hasta a tener seis metros, cuando lo normal es que tengan tres o cuatro. Allí viven aves amenazadas, mosquitos, insectos? Dan forma a un ecosistema diverso. Los carrizales crecen de forma exponencial y cubren una superficie amplía en poco tiempo. Se pueden utilizar para filtrar los contaminantes pesados que llegan de la industria. También colapsan y rellenan acequias y arroyos, por lo que pueden llegar a ser un problema.

¿Cuál es la mejor forma de gestionar este asunto?

Antiguamente se quemaban los carrizales. Eso produce mucho CO2 y tiene un impacto negativo sobre la fauna. Se debe controlar mediante otros sistemas. El problema es que crecen en lugares en los que hay fósforo y nutrientes. Se cortan y se desenraízan y, al final, se tiende a eliminarlos. Otro de los problemas es que, si permanecen en los humedales, las gestiones que se hagan no tendrán eficacia a partir de los tres años. No se trata de plantas invasoras, lo que ocurre es que colonizan su hábitat ideal.

Con el paso de los años, ¿en qué medida los humanos hemos alterado el ciclo natural del agua?

La demanda de agua en todo el planeta es creciente. Estamos en una era en la que la especie humana está cambiando la mayoría de los aspectos de la naturaleza, como se puede comprobar con el calentamiento global o el cambio climático. Y, en este sentido, también hemos alterado el ciclo natural del agua, con la que se formaban los ríos y lagunas. La usamos en gran cantidad y no la devolvemos con calidad. La demanda ha crecido de manera brutal, sobre todo por culpa de la agricultura, que en España se lleva el 70% de los recursos.

¿Qué aconseja para tratar el agua de manera correcta?

Hay que conservarla adecuadamente para poder garantizar el uso humano. No sale limpia de las depuradoras porque están cargadas de otros productos. Cuanto menos la ensuciemos, más calidad tendrá. Si la contaminamos, nos estamos contaminando a nosotros mismos. Hay que respetarla. En ocasiones, producimos miles de toneladas de tomates o melones que luego se tiran. Ahí se pierde mucha agua que ya no se recupera, y eso es un problema grave.

¿Cuál será la tendencia durante los próximos años?

Los estudios relacionados con el cambio climático y el calentamiento global señalan que la Península Ibérica es uno de los territorios más afectados por la baja pluviosidad. Las cuencas geográficas del centro y el sur de España están castigadas. Todavía no somos capaces de apreciar las consecuencias que todo esto tendrá a medio y largo plazo.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats