El tanatorio de Carrús y el IES Sixto Marco fueron ayer los dos espacios en Elche donde de manera multitudinaria se dio el último adiós a los cuatro ilicitanos fallecidos en el accidente múltiple del pasado lunes ocurrido en la autovía A7 en Murcia. El tanatorio no dio abasto ante la numerosa presencia de amigos, allegados y familiares. Mientras, en el centro educativo, un millar de compañeros de las dos menores fallecidas que aquí cursaban cuarto de Secundaria, Elena y Laura, salían al patio para, junto con el profesorado y demás trabajadores, guardar unos minutos de respetuoso silencio en su recuerdo.

Centenares de personas dejaron ayer pequeña la capilla del tanatorio. Dos sacerdotes oficiaron el acto fúnebre para despedir a Jose Vicente Maciá y a su hija Elena, a su cuñada Fini Belmonte y a la hija de ésta, Laura.

Sobre los féretros reposaban fotografías de los difuntos, así como dos peluches en recuerdo de las menores. Hasta el obispo de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, quiso trasladar a la familia su dolor por tan terrible pérdida, aunque finalmente no pudo acudir.

Evidentes muestras de dolor se sucedieron en una mañana muy triste, donde los familiares de los fallecidos agradecieron a los numerosos presentes, entre amigos, vecinos del barrio de La Zapatillera, compañeros de trabajo o alumnos y docentes que estuvieran a su lado en estos instantes tan difíciles.

Dos ambulancias permanecían en el exterior por si se producía alguna crisis de ansiedad entre los asistentes y también dado el gran número de personas que se congregaron.

El alcalde de Elche, Carlos González, la edil y diputada autonómica de Compromís, Mireia Mollà, y el concejal de Deportes, Jesús Pareja, también quisieron acompañar a los familiares de los difuntos.

Un profundo silencio precedió y culminó el oficio durante el cual fue imposible no emocionarse, mientras otros aguantaban como podían las lágrimas.

Los presentes no terminaban de creerse el trágico suceso, a la vez que recordaban la última vez que habían conversado con algunos de ellos, destacaban el cariño que les tenían, o ensalzaban sus virtudes. La misa comenzó sobre las 13.40 horas y concluyó apenas media hora después.

Antes, sobre las 10.30 horas, todo el IES Sixto Marco guardaba unos minutos de silencio en señal de respeto y cariño hacia la familia. También sonó un fragmento de una pieza musical. El centro sigue ofreciendo tutorías a los compañeros más afectados.