Nada más y nada menos que unas 15 toneladas de arena retiraron ayer los servicios de limpieza de la calzada y de las aceras que quedaron afectadas en Arenales del Sol tras el temporal del sábado por la tarde. Los efectos de la tromba de agua hicieron que los operarios tuvieran que emplearse a fondo desde primera hora de la mañana para tratar de adecentar el enclave costero que se vio perjudicado durante el primer puente de esta semana.

Hasta cuatro vehículos hicieron falta para tratar de poner a punto unas calles que mañana mismo volverán a recibir una mayor afluencia de gente con la llegada del segundo festivo del mes de octubre. Un camión cuba se dedicó a baldear la superficie, una pala excavadora se encargó de recoger los 20 metros cúbicos de arena y otros dos camiones de cargar toda esta cantidad. En total, dos operarios y cuatro conductores se movilizaron para devolver a la normalidad la zona.

Los 20 litros de agua por metro cuadrado que cayeron el sábado en el término municipal provocaron un auténtico barrizal en la rotonda de la calle Albacete, con la avenida de San Bartolomé de Tirajana, donde los operarios de limpieza de Urbaser encontraron una mayor carga de trabajo. No obstante, también hubo otras zonas del enclave costero que se vieron invadidas por la arena y numerosas piedras, como algunos puntos del paseo marítimo y zonas de juegos infantiles. Por ello, todavía está previsto que las brigadas continúen durante la jornada de hoy trabajando para tratar de llegar a tiempo para el segundo puente de la semana.

Precisamente, el estado en el que quedó Arenales tras la tormenta desató el malestar de vecinos y visitantes al ver que el lunes, festividad del 9 de octubre, había calles muy perjudicadas. Lamentaron la falta de una rápida reacción por parte del Ayuntamiento y la peligrosidad para el tráfico a la hora de circular por los puntos invadidos por la arena. Desde el Ejecutivo local, alegaron, por su parte, el escaso margen de tiempo para poder actuar antes al producirse la tromba el sábado.

También ayer el consultorio médico municipal estaba afectado por las lluvias. El agua se coló incluso hasta las dependencias sanitarias y el personal se encontró con los charcos en el comienzo de las consultas. En las playas, además, los lavapiés sufrieron la fuerza del agua y quedaron arrancados de sus ubicaciones, por la pérdida de arena. De hecho, hubo zonas en las que la roca quedó al descubierto. Una pala también se encargó de retirar las pasarelas de madera que quedaron desplazadas en el litoral. El Ayuntamiento mostró su compromiso de encargar un informe municipal para recoger todas las deficiencias y trasladárselas a Costas, con el objetivo de poder adecentar el litoral.