A menudo, cuando se ponen encima de la mesa los costes hospitalarios, se suele hablar del precio de las operaciones, la estancia, las prótesis implantadas... Pero nunca se habla de lo que se invierte en medicamentos, pese a que las cifras son apabullantes: 28 millones de euros. Este es el presupuesto que maneja el Hospital General de Elche, cada año, para dar respuesta a todos los pacientes. Cada euro cuenta y, por eso, el servicio de Farmacia procesa toda la medicación que llega al centro para adaptarla a la dosis necesaria en cada paciente, lo que les permite ahorrar más de un millón de euros en cada ejercicio.
El «truco» está en que «si el doctor recta 375 miligramos de un medicamento determinado, pero las pastillas que compramos llevan 100 cada una, serían necesarias cuatro, y sobrarían 25 miligramos. Esas sobras, cuando se multiplican, se traducen en una pérdida muy grande», explica el jefe de servicio de Farmacia, Andrés Navarro. Cabe destacar que muchos medicamentos rondan los miles de euros por caja, en casos de tratamientos graves o fármacos poco comunes, por lo que un pequeño ahorro, a esas escalas, puede suponer mucho para el Hospital General.
En la unidad también se elaboran aquellos medicamentos que no vienen listos para ser administrados directamente a los pacientes. En este caso, algunos ejemplos pasan por los citostáticos para enfermos de cáncer y otros fármacos que puedan resultar peligrosos, por sus componentes.
Por eso, el nivel de seguridad es extremo. La Unidad de Farmacia se encuentra en uno de los sótanos del Hospital General y no es accesible al público, pues es necesario un código de acceso que está reservado solo para el personal del servicio. Además, la zona de preparación de medicamentos tiene hasta cuatro áreas de seguridad. A mayor riesgo, más áreas hay que ir pasando para acceder a la preparación y manipulación de los medicamentos.
Más que un quirófano
«El nivel de asepsia es superior al de cualquier quirófano», explica Navarro, lo que da una idea de la importancia de mantener estos protocolos, para no contaminar los medicamentos y que el personal tampoco sufra daños. Actualmente, trabajan en la unidad siete farmacéuticos y otros siete residentes, ya que se trata de un hospital universitario. Además, cuentan con 10 enfermeros y enfermeras y otros 13 auxiliares. Con todo eso, el pasado año realizaron la optimización de 13.300 dosis, lo que supuso un ahorro de 944.000 euros. En cuanto a nutriciones y tratamientos para el cáncer, el ahorro es menor, pues con 11.000 dosis se economizaron cerca de 46.000 euros.
El objetivo de Navarro pasa por ampliar drásticamente el trabajo de la unidad de Farmacia, y para ello se incorporará una nueva campana el próximo mes, para poder optimizar más dosis. Su objetivo a largo plazo es duplicar el personal, para que el 100% de la medicación se optimice desde Farmacia. «Cada euro invertido, lo multiplicaría por tres en ahorro», añadió el farmacéutico, pues se trata de un servicio muy rentable.
