Organizar, gestionar y dispensar la medicación de las cerca de 400 camas de las que dispone el Hospital General, no es una tarea sencilla. Los técnicos almacenan los medicamentos, una vez preparados, en una máquina que los dispensa según las necesidades, de forma que no hay que ir buscando por el kilométrico almacén, medicamento a medicamento.

Así, los técnicos buscan con el ordenador qué requiere cada paciente, la máquina lo dispensa, y se trasladad a unos carros numerados con cada una de las habitaciones del hospital.

Un sistema que agiliza mucho la gestión y que se complementacon unos grandes tubos aspersores, similares a los que los supermercados usan para mandar el dinero acumulado en las cajas. Aunque en este caso lo que se envía es medicación urgente.

Como curiosidad, otra de las características del servicio es su temperatura, menor a 25 grados, tanto en verano como en invierno, para garantizar la seguridad y el mantenimiento de los fármacos. El servicio funciona desde las 8 de la mañana hasta las 22 horas, para atender a toda la medicación requerida por los médicos durante todo el día. El almacén ocupa buena parte de la planta, y contiene grandes neveras para los medicamentos más delicados, con alarmas para alentar de problemas en el equipo frigorífico. En cada nevera puede haber unos 300.000 euros, por lo que cualquier fallo puede suponer grandes pérdidas», señala el jefe de servicio de la Unidad de Farmacia, Andrés Navarro.