El trágico fallecimiento el pasado lunes de un joven motorista de 29 años en la nueva rotonda de la carretera de Santa Pola ha puesto sobre la mesa las carencias en materia de seguridad de muchas de las vías que se extienden por toda la ciudad, y que carecen de cualquier tipo de iluminación que permita a los conductores visibilizar cruces y rotondas. No en vano, el motorista fallecido, chocó al no ver la nueva infraestructura que se está construyendo en la CV-865, que une la ciudad con la villa marinera. Pero esta no es la única que cuenta con glorietas sin iluminación, sino que la mayoría de las carreteras que se extienden por las pedanías y el Camp d'Elx carecen de farolas o señales luminosas. Una situación que contrasta con el casco urbano, donde prácticamente todas cuentan con esta medida extra de seguridad.

El edil de Vía Pública, Héctor Díez, explicó a este diario que el Ayuntamiento no tiene margen de maniobra en buena parte de estas carreteras, pues pertenecen, casi en su totalidad, al Consell (carreteras CV) y el Ministerio de Fomento, en el caso de carreteras nacionales o autovías. Sin embargo, sí se hará una excepción con la rotonda de Atzavares, sobre el túnel de la ronda sur. En este punto se están ya ejecutando las obras de iluminación, tras muchas quejas vecinales. Las farolas ya se han instalado pero no se han puesto en funcionamiento, aunque lo harán en breve. Díez recordó que se van a invertir 45.000 euros para iluminar esta rotonda, aunque la inversión debería de correr a cargo del Ministerio de Fomento, ya que es «obligatorio por ley» iluminar este tipo de glorietas.

Sin embargo, esta excepción no puede aplicarse a todos los casos, pues sería inviable económicamente. Así, los numerosos cruces y rotondas de núcleos rurales y pedanías no cuentan con la iluminación necesaria para dar un plus de seguridad. Uno de los puntos en los que los vecinos reclaman estas mejoras es en la carretera de la La Marina. Al llegar a la pedanía desde La Hoya, en las dos rotondas que sirven para dar entrada y salida a la Nacional 332, las farolas brillan, pero por su ausencia. Se trata de unos cruces donde el tráfico es constante y muy voluminoso, especialmente en la época estival, en la que el litoral recibe la visita de miles de ilicitanos y turistas.

Se trata de unas rotondas muy estrechas, en las que la visibilidad escasea y los giros son muy cerrados, por lo que sería necesaria la iluminación de la zona para mejorar el margen de maniobra de los conductores, según trasladan los vecinos. Lo mismo ocurre en la rotonda de la gasolinera en esta misma carretera, donde se unen varias vías que llegan de distintos núcleos rurales del campo.

Incuso en la Vía Parc, que soporta una gran cantidad de tráfico diario, algunas rotondas carecen de iluminación. En estas carreteras la velocidad que se alcanza es muy elevada, y cualquier despiste en cuanto al avistamiento de una rotonda también puede generar cualquier accidente.

Si en carreteras especialmente transitadas la situación es esta, el panorama empeora en vías menos transitadas. La iluminación ni está ni se le espera, y si bien es cierto que no en todos los casos la ley contempla que deban contar con farolas, hay cruces y glorietas donde se hace muy necesario. Sobre todo teniendo en cuenta que toda precaución es poca cuando se trata de salvar vidas.

Soluciones

Por tanto, los conductores piden que se revisen los puntos más conflictivos y se pongan soluciones a aquellas zonas donde la concentración de accidente supere la media, para tomar medidas. El debate también se ha trasladado estos días a las redes sociales, donde se exige que se tomen las medidas de seguridad oportunas sin esperar a que ocurra otra desgracia como la del pasado lunes.

La rotonda de la carretera de Santa Pola se había construido hacía unos días, y no contaba con toda la señalización. Tras el triste suceso, el Consell anunció que tomaría medidas para mejorar la señalización, pero lo que todos los usuarios pedían era que se iluminara para evitar sucesos como el del otro día en el que la falta de visibilidad, ya a las 20.30 horas, provocó que el motoristas no viera la nueva glorieta y chocara.