Las muestras de cariño, dolor e impotencia se suceden desde el pasado lunes cuando un joven de 29 años perdió la vida en la nueva rotonda construida en la carretera de Santa Pola. La falta de visibilidad, la escasa iluminación y el hecho de que la infraestructura lleva muy poco tiempo en este punto, hizo que el motorista no se percatara de la glorieta y se estrellara, perdiendo la vida. Sus seres queridos quisieron acudir a este lugar tras el sepelio, para dejar flores en su memoria.

Pero al margen de despedir al motorista fallecido, los presentes en el acto mostraron su indignación y malestar por la falta de señalización y la inseguridad que ofrece la rotonda provisional de la carretera de Santa Pola, en la que se detienen autobuses y que carece de un paso para peatones.

La zona ha registrado varios siniestros desde que fue habilitada hace un par de semanas para eliminar un cruce peligroso. Ahora, la Conselleria tomará medidas.