Una tras otra con el Mercado Central. La tensión entre el tripartito y la firma adjudicataria del proyecto para tirar abajo el edificio de abastos y construir un inmueble desde cero y un aparcamiento subterráneo vuelve a elevarse. Todo ello después de un mes desde que el Consell autorizara las terceras excavaciones y tras dos semanas desde que los placeros abandonaran sus puestos por orden municipal.

El detonante que ha vuelto a abrir la caja de truenos ha sido el vallado del entorno del edificio que debe colocar la empresa para el sondeo geotécnico, comenzado a principios de esta semana. El Ayuntamiento ha alegado que el plano que ha presentado la mercantil es insuficiente, sin ninguna precisión sobre el anclaje y la descripción del cercado. Tras detectar que falta información, el Ayuntamiento aprobó ayer dar diez días a la firma para no solo presentarle el plan completo del vallado, sino también el proyecto de las terceras excavaciones del Mercado, que servirán para comprobar si existe algún resto arqueológico en los alrededores con suficiente valor como para ser preservado y paralizar, en definitiva, el proyecto.

Un plan de trabajo que todavía desconoce el tripartito, tal y como aseguró ayer la portavoz de la junta de Gobierno local, Patricia Macià. Ni plazos, ni zonas de afección, ni medidas para minimizar el impacto de los trabajos en el entorno urbano. Según la portavoz, el Ayuntamiento no tiene ninguna constancia. No hace ni un mes que el Ejecutivo local y la firma concesionaria volvían a chocar por el Mercado Central. Comenzaron las prospecciones geotécnicas para estudiar la cimentación en los alrededores del edificio, cuando todavía estaban los placeros trabajando, y Urbanismo paralizaba las obras a pocas horas de su comienzo.

La falta de la autorización municipal a la empresa centraron los argumentos del tripartito para detener los trabajos. Luego, la firma tuvo que subsanar otro requerimiento del Ayuntamiento al haber querido realizar las perforaciones más cerca del refugio de la Guerra Civil, situado en la plaza de las Flores. El arquitecto municipal pidió que se desplazara cinco metros. Subsanado este trámite, las prospecciones arqueológicas se retomaban esta semana.

La maquinaria que se encargará de realizar el sondeo geotécnico estará trabajando hasta el día 13 de octubre para realizar agujeros de hasta 27 metros de profundidad en el entorno del inmueble de abastos. Ayer, los operarios se encontraban trabajando en el segundo de los sondeos de la cimentación, antes de desplazarse la próxima semana a la plaza de las Flores. Los trabajadores han empezado a sacar pequeños fragmentos de vasijas a través de unos agujeros de ocho centímetros de diámetro hallados en el subsuelo.

Así, desde que el Consell descartara la necesidad de conservar los restos hallados en el interior del edificio en el mes de junio, han sido constantes los frentes abiertos con el Mercado Central. Desde los informes negativos de técnicos de la Generalitat, pasando por los encontronazos entre Compromís y sus socios de Gobierno por el desacuerdo hacia el proyecto.