El exlíder de Joves Socialistes, Alejandro Díaz, quedó en libertad provisional a principios de agosto, tras abonar la fianza de 20.000 euros que pedía el juez. La fiscal solicitó entonces su reingreso en prisión, pero, al ser agosto un mes inhábil, no se tramitó hasta principios de septiembre. La vista, fijada para principios de septiembre, se suspendió a petición del abogado de Díaz, y se volvió a fijar para el pasado lunes. Sin embargo, la cita no se llegó a celebrar al suspenderse, de nuevo, por requerimiento de su abogado. Fuentes judiciales aseguran que la estrategia de Díaz y su defensa pasa por ganar tiempo con el fin de evitar el reingreso en prisión. No solo de manera temporal, hasta que se celebre la vista, sino que, cuento más tiempo pase, más sentido pierde el principal argumento del Ministerio Fiscal para que vuelva a instituciones penitenciarias: el riesgo de fuga. Sostienen que eso permitirá a la defensa alegar que no existe tal riesgo, pues ya han pasado dos meses desde que salió de prisión, sin que se haya fugado. Sin embargo, las dos investigaciones abiertas ahora, unido a que no ha concluido la pieza principal, podría hacer que la Audiencia Provincial dictamine que vuelva a la cárcel.