Las arcas municipales ingresarán este año dos millones de euros más que el ejercicio anterior por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). La recaudación por el principal tributo en el Ayuntamiento podría ascender a los 60 millones de euros, tal y como estiman desde la Concejalía de Hacienda, a falta de que se cierre el periodo de pago que finaliza el 6 de octubre. ¿El motivo? Desde el tripartito relacionan la subida de los ingresos por este gravamen a la última regularización catastral que hace que se den de alta más inmuebles que no constaban para Hacienda, sobre todo, cerramientos y piscinas en las zonas rurales.

Este extra de dos millones de euros será, por lo tanto, uno de los principales colchones del Ayuntamiento para poder compensar la bajada del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (ITVM) y Impuesto de Construcciones (ICIO), por el que se prevé dejar de percibir un millón de euros. Una circunstancia que llega después de haber aceptado el órdago de Ciudadanos con el fin de sacar adelante los presupuestos municipales, al gobernar el tripartito en minoría y necesitar apoyos de la oposición.

Éste es el principal motivo por el que el Ayuntamiento ha accedido a rebajar, por primera vez en mucho tiempo, los dos tributos municipales. La edil de Hacienda, Ana Arabid, explicó que, «al ingresar dos millones de euros más, podemos bajar los tributos y no reducir el techo de gasto». Además de esas «pérdidas» que contempla el Ejecutivo local por la bajada de la presión fiscal, también tiene en cuenta que el próximo año ha de asumir otro desafío para los presupuestos municipales: la subida de sueldo a los funcionarios, cuyo importe esta todavía por cerrar.

No obstante, Elche también verá aumentada la recaudación respecto al año anterior por el impuesto de construcciones, como consecuencia de la recuperación del sector del ladrillo. Como ejemplo, en lo que llevamos de año, el Ayuntamiento lleva ingresados 1,2 millones de euros, cuando en 2015 se percibieron alrededor de 700.000 euros. Otra coyuntura que posibilita la reducción de la carga fiscal para el próximo 2018.

En el caso del ITVM, el Consistorio ha conseguido poner al cobro un millar de recibos más, debido también al aumento del parque móvil, pero, en este caso, la recaudación gira en torno a los 13,2 millones, una cantidad similar a la de 2016. Esto se debe a que, tal y como explica Arabid, los automóviles son ahora más eficientes, por lo que obtienen más bonificaciones de cara al cobro del impuesto, además de haber depurado el ejercicio pasado el censo de vehículos, por el que se dieron de baja turismos que no estaban tributando.

¿Cómo queda el recibo?

La rebaja de la presión fiscal en el caso impuesto de circulación dependerá de la potencia y de la clase del vehículo. Por ejemplo, los turismos con menos de ocho caballos fiscales, los que hasta ahora pagaban 25 euros, tendrán una reducción de 1,80 euros. Mientras, los automóviles de 20 caballos fiscales en adelante, que abonaban 224 euros, verán bajar la factura en 15,68 euros. Los que hasta ahora gastan 68,16 euros, el próximo año tendrán una reducción en su recibo de 4,80 euros. Para los que se encuentran en un término medio, con una factura de entre 143 y 179 euros, entre los 12 y los 19 caballos fiscales, el descenso irá entre los 10 y los 12 euros. En el caso de los camiones, el impuesto caerá entre los 5,9 euros y los 20,80, dependiendo de la carga útil. Para las motocicletas, los tractores y los remolques las cuotas por este tributo serán de apenas un euro.

Respecto al segundo de los impuestos protagonistas que bajará en 2018, el de Construcciones y Obras, el tipo impositivo estaba establecido en el 3% y se rebaja al 2,7%. A efectos prácticos, esto significaría que aquellos que tuvieran que hacer una reforma de 30.000 euros, por ejemplo, en lugar de pagar 900 euros por el gravamen municipal, en 2018 el recibo se reduciría a los 810 euros.

Asimismo, el bolsillo de los ilicitanos también tendrán un respiro con las escuelas infantiles municipales, cuyos precios caerán un 25% por semana en periodos vacacionales. Otra de las ventajas es la bonificación del 50% en el IBI para las viviendas con placas solares, que certifiquen que el 70% del suministro proceda de la energía renovable. En cuanto a la expedición de documentos, se recoge una exención para los certificados catastrales que se expidan por trámites relacionados con daciones en pago.