En el lenguaje coloquial se suele pervertir la semántica. Las palabras se vician, se transforman y, con ello, nos manipulan sutilmente al oírlas; algunas se prostituyen con el uso abusivo, otras pasan de moda y nadie osa mentarlas para no ser tachado de desfasado u otros calificativos peores. El término IDEOLOGÍA es una de ellas, observo citarla en tono peyorativo en el argot político actual.

Hace unos días vi parte de un debate televisado en nuestra ciudad sobre el tema de LA ENSEÑANZA; participaban cuatro representantes de la política ilicitana: el P P, PSOE, Ciudadanos y Compromís. Nada nuevo; el clásico tira y afloja de, por una parte, los dos "centroderechistas" (PP y Ciudadanos) reivindicando el sacrosanto derecho a la libertad, y, por tanto, a la enseñanza concertada; frente a las dos ediles representantes del otro "bando" que, en la actualidad, ostenta el poder, tanto a nivel local como autonómico. Nadie se salía de su guión, todo muy previsible: críticas de ellos (los de la oposición) al conseller Marzá porque amenaza -según decían- con no dar más dinero a los colegios que segregan a los alumnos por sexos y defensa de ellas que, ante esos datos, se justificaban diciendo que no es verdad que disminuya la concertada e incluso que en algunos casos se ha aumentado. ¡Vamos!, que parecían querer aparentar que no son tan "rojas" como se les acusaba desde el otro "bando". Me llamó la atención (salí del sopor) que, al menos, en dos ocasiones, se les reprochó a ellas que las medidas institucionales en pro de la pública "obedecen a posturas ideológicas" y que éstas lo negaran con la misma rotundidad como lo haría una persona que es tachada de tener un vergonzoso o delictivo pasado (Pablo y compañía acusándolas de algo tan grave como es tener "carga ideológica" y Patricia y Esther negándolo).

Confieso que tuve ganas de oírlas decir a alguna de ellas: "si, efectivamente, esa medida a la que usted alude es por motivos ideológicos y ¡a mucha honra!, mi ideología, al contrario que la de ustedes, es progresista, solidaria con los derechos humanos y ecológicos y apuesta por la enseñanza con esa ética; y más igualitaria, no sólo los de su "alta clase" deben tener enseñanza de calidad, etc., etc. Pero ese discurso no tuvo lugar. Sólo lo imaginé. Y me preguntaba: ¿hacia qué educación vamos? ¿Nos / les están "evaporando" la palabra IDEOLOGÍA?, ¿se estará borrando ya de los libros de historia "de dónde venimos", qué somos y a qué clase pertenecemos? ¿Qué pedagogía va a los alumnos y a la gente? Teniendo en cuenta que la educación CONCERTADA no es otra cosa que la PRIVADA pero sostenida con fondos públicos (y mayoritariamente religiosa), ¿deberemos entender que esta enseñanza es políticamente neutra?

¿Y qué dicen nuestros ediles "negacionistas de lo ideológico? Reconstruir un hotel en Arenales junto a la playa o sembrar aparcamientos y polución en el centro histórico del mercado -por poner dos ejemplos en materia socio-ambiental- ¿son actuaciones sin ideología; sólo de aséptica gestión?

Cabría pedirles que fuera consecuentes y que en las próximas Elecciones Municipales obviaran las siglas de sus partidos. Que pidieran el voto para "el libre de toda ideológicas"; "vóteme a mí, que yo tengo menos ideología aún que aquél". Pero quien reflexione algo, caerá en que si ahora está mal visto ser idealista (partidario del inmaterialismo) y sólo importa la gestión, lo técnico, los funcionarios especializados en cada tema....si hasta ahora los expertos son dirigidos por el "color político" para que les marquen el rumbo y éstos -nuestros ediles- carecen de ello (son neutrales)... pues ¿para qué votarlos a ellos si son los técnicos quienes nos van gobernar? ¿No será que nos la quieren dar con queso, que nos consideran menos inteligentes que los jóvenes ratones, los distraídos?