Indignados por el desalojo de los placeros y desesperados por los dos largos años a expensas de conocer qué pasará con el futuro del Mercado Central. Con sentimientos encontrados, los comerciantes de la plaza de las Flores vivían ayer la primera jornada sin actividad en la plaza de abastos.

La «salida forzosa pero sin fuerza» de la decena de vendedores, tal y como el propio alcalde, Carlos González, la describía ayer, desataba el malestar de una parte de los propietarios de los locales que ahora resisten frente al Mercado. Se mostraron decepcionados con la decisión política de vaciar el inmueble y opuestos a un proyecto que pasa por derribar el edificio y construir un aparcamiento subterráneo con el que ven peligrar sus negocios por las obras.

Para otros, la desazón tenía más que ver con la incertidumbre de qué pasará con sus establecimientos cuando comiencen las catas arqueológicas y cuando empiece la construcción del edificio. Pese a esas sensaciones y las dudas que se les genera ahora a comerciantes y hosteleros, en lo que la mayoría coincide es en que esperar mucho más tiempo a una actuación en el Mercado supondría perjudicar aún más sus ventas que han caído en picado desde el traslado de la mayoría de placeros al edificio provisional.

«Nos sentimos decepcionados con el PSOE, el Partido de Elche y Ciudadanos, que, a pesar de sus promesas, han sido cómplices del proyecto de Mercedes Alonso y han acabado desalojando a los placeros», señalaban ayer desde una cafetería próxima al Mercado. Un argumento similar defendía la propietaria de una tienda de moda de la plaza de las Flores, que también auguraba una bajada de los clientes ahora que el edificio de abastos ha cesado su actividad totalmente. «Era una clientela muy fiel la que tenía el Mercado Central y que daba vida a la plaza. Nos sentimos desamparados y la zona está muy descuidada y sin apenas luz», criticaba.

Las encargadas de otro establecimiento de moda también señalaban tras el desalojo que «si antes nos iba mal cuando se fueron casi todos los vendedores, ahora nos irá peor» y clamaban por una resolución rápida para el futuro del inmueble. «Que empiece ya lo que sea, pero que hagan algo y que las obras duren lo menos posible», reivindicaron. Igualmente, sin querer posicionarse a favor o en contra del proyecto del nuevo Mercado, el propietario de otro negocio de moda pedía ayer que las obras no se demoraran más tiempo. «Si se sigue alargando el proceso, va a suponer el enterramiento definitivo de los comercios. Por esta plaza no pasa nadie», lamentaba. Como ellos, desde una carnicería, que reconocían haber estado inicialmente en contra del nuevo proyecto, ayer también clamaban un inicio rápido de las obras. «Vamos a estar peor ahora porque la clientela baja. Ya nos da igual si rehabilitan o construyen un nuevo edificio, pero que hagan algo ya», reclamaron. Otros sí que tienen claro su postura a favor de tirar el edificio y construir un aparcamiento. Como el caso de un restaurante, desde donde se postularon a favor de una modernización del Mercado y de un párking al opinar que faltan espacios.

Salvem El Mercat

Desde la plataforma Salvem El Mercat lamentaron el desalojo de los placeros y volvieron a reclamar al Ayuntamiento y al Consell la figura de un arqueólogo independiente para controlar las excavaciones y extremar la vigilancia antes de un derribo «prematuro» del inmueble.

El colectivo volvía a reivindicar el proyecto definitivo del Mercado para que toda la ciudadanía tenga la oportunidad de conocer qué le espera, a sabiendas de que las excavaciones arqueológicas ya aprobadas podrían volver a introducir modificaciones de magnitud en ese proyecto que, de esta forma, tampoco sería tampoco definitivo.

La plataforma reiteró ayer su compromiso con la defensa del patrimonio de todos los ilicitanos y su compromiso a seguir trabajando para acabar con un proyecto, que, tal y como subrayaron, está sustentado sobre un Plan de Reforma Interior (PRI) que consideran ilegal, que supone la pérdida de una propiedad pública y que va a colapsar el tráfico en calles, según Salvem El Mercat.