Alteración ante cualquier acontecimiento social, sensibilidad especial ante el ruido, las aglomeraciones, excesiva preocupación y reflexión sobre los asuntos del día al día... Son algunas de las características de las personal altamente sensibles (PAS), un rasgo de las personalidad, según describen ellos mismos, que puede causar rechazo en la sociedad por desconocimiento e incomprensión. Por eso, un grupo de personas con este rasgo de la personalidad han organizado unas jornadas que comienzan este viernes y que se prolongarán hasta el sábado, en las que se abordará todo lo que rodea a las personas PAS para normalizar al colectivo. Y, lo más importante, que la gente no lo vea como un problema sino como una forma de sentir diferente que, algunos estudios, afirman que poseen el 20% de la sociedad.

Por eso, para darla a conocer y que las personas que lo poseen dejen de preguntarse cuál es su problema, por qué le afectan determinadas situaciones en si día a día y vean que no están solas, Miquel Àngel Pérez ha organizado estas primeras jornadas que espera que sirvan de punto de partida para fomentar los lazos entre el colectivo y ayudar a superar la introversión que les caracteriza.

La necesidad de visibilizar a las personas altamente sensibles es fundamental. En muchas ocasiones, los médicos desconoces este rasgo y, aunque no forma parte de un diagnóstico médico ya que no es una patología, muchas personas es a quien acuden en un primer momento cuando buscan respuesta a esa forma de sentir diferente al resto. De hecho, este diario trató de contactar con los profesionales del Hospital General para tratar este rasgo, sin éxito.

Lourdes Martínez y Pamela Pérez, dos personas con alta sensibilidad, aseguran que, lo más frustrante, es la etapa en la que notan que algo es diferentes al resto, pero no saben por qué ni a qué se debe. «Piensas, ¿me estaré volviendo loca? ¿por qué me como tanto la cabeza? ¿por qué esto me afecta de esta manera? Al final, cuando empiezas a buscar información y ves que hay más gente como tú, que no te pasa nada raro, y que simplemente se trata de aprender a ver las cosas de otra manera, es un alivio, pues puede causar frustración. No tenerlo en sí mismo, sino, no saber qué es», señalan.

«Cuando uno sabe que es PAS, sabe que no va dando palos de ciego, solo que procesa de una manera distinta», añade Miquel Pérez. «Te vas dando cuenta poco a poco, vas buscando tu rincón y al final conecta con personas que sienten como tú.» asegura Javier Fernández, otra de las personas con alta sensibilidad.

Así, desde el miércoles, expertos en la materia pondrán sobre la mesa este rasgo de la personalidad a través de publicaciones bibliográficas, documentales y talleres. Por una parte, servirán para que las PAS identifiquen este rasgo, si aún no saben que lo tiene, Por otra, también podrá darse a conocer entre la sociedad para que sean conscientes de las diferencias de estas personas y pueda ayudar a que las entiendan. Al final, se trata de visibilizar las diferencias, aprender a convivir con ellas y a ver más allá de lo socialmente establecido.