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Un informe revela que la mitad de los inmuebles de Elche carecen de ascensor

Carrús, San Antón y Los Palmerales son los barrios donde se concentra una mayor vulnerabilidad residencial por la falta de elevadores

Una vista del parque inmobiliario de Elche, desde Carrús. antonio amorós

Un parque de viviendas incompatible para las personas con movilidad reducida. La mitad de los inmuebles levantados en la ciudad carecen de ascensor y solo dos de cada diez son accesibles, según un informe municipal que revela la situación del parque edificatorio de Elche y que alerta de la vulnerabilidad residencial.

El documento, elaborado por el Ayuntamiento de cara a la redacción de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI) con el que ha captado 15 millones de fondos europeos, expone que en el año 2011 en Elche había 21.630 viviendas situadas en cuartas plantas o pisos superiores sin instalación de ascensor, lo que se traduce en un 25% del total de las casas existentes.

Además, advierte que en el censo de ese mismo año se contabilizaba a 9.000 personas mayores de 65 años que vivían en una cuarta planta o superior donde el edificio carecía de ascensor. El documento también indica otro dato llamativo. Sólo el 58% de los inmuebles de los años 70 cuentan con ascensor mientras que casi el 80% de los pertenecientes a los primeros años del siglo actual sí lo tienen.

El Ayuntamiento se basa en el último censo de población y vivienda del Instituto Nacional de Estadística (INE) para exponer al Ministerio de Hacienda las debilidades del parque inmobiliario de la ciudad. Hace referencia, así a los datos de 2011, porque a pesar del tiempo transcurrido no ha habido cambios sustanciales en la edificación por la paralización de las construcciones con la crisis inmobiliaria. De este modo, el informe elaborado por el Ayuntamiento alerta de que son muchas las personas con discapacidad y los mayores con problemas de movilidad que se ven impedidas a salir a la calle y llevar una vida «normal» por no disponer su edificio de ascensor o rampa de acceso, pero también es un motivo de agravio para las familias con menores que han de realizar grandes esfuerzos para subir a la vivienda con los cochecitos o la compra y también de cara a la posibilidad de recibir visitas de personas con dificultades de movilidad. A ello se une imposibilidad de cambiar de vivienda dado el escaso valor de venta de un inmueble sin ascensor. Y, aunque esto fuese factible, puede acarrear desarraigo personal, vecinal y social, tal y como recoge el Ayuntamiento en su informe.

Carrús, San Antón y Los Palmerales son los barrios de la ciudad donde el Consistorio pone el foco de atención al considerar que estos enclaves son las zonas que más vulnerabilidad residencial sufren por el envejecimiento del parque inmobiliario. Y es que antes de los años setenta eran muy pocos los edificios que se construían en Elche con un ascensor. Tanto es así, que según el estudio, solo el 22% de los inmuebles dedicados a exclusivamente a viviendas levantados entre los setenta y los ochenta contaban con este servicio.

Antigüedad

Junto a los problemas de accesibilidad que presenta el parque inmobiliario ilicitano, el Ayuntamiento advierte otros puntos débiles en su informe municipal. Uno de ellos es la antigüedad de las viviendas. Según el documento, una de cada diez casas tiene más de 50 años. Asimismo, del total de edificios destinados principal o exclusivamente a viviendas, 189 se encontraban en estado ruinoso, 781 presentaban una situación mala y 3.464 una deficiente.

En la radiografía que ha realizado el Consistorio ilicitano para reclamar los fondos europeos, también llama la atención que el 78,6% de los edificios destinados principal o exclusivamente a vivienda fueron construidos a partir de la década de los sesenta. Los mayores años de actividad inmobiliaria se concentran en los periodos 1971-1980 y 2002-2011, es decir más de la mitad de los inmuebles corresponde a estos veinte últimos años.

Así ocurre que el 75% de los inmuebles ruinosos fueron construidos antes de 1951, pero también hay que tener en cuenta que el 63,2% de los que se encontraban en mal estado y el 67,5% de los deficientes son los que hoy tienen entre 65 y 36 años, unos 8.646 inmuebles.

Actuación necesaria

Ante este análisis, el Ayuntamiento indica que los edificios en los que se encuentran estos inmuebles privados en estado constructivo deficiente, malo y ruinoso, incluso muchos en buen estado, requieren intervenciones importantes de mantenimiento, conservación y rehabilitación, con el fin de garantizar la seguridad de las personas, el bienestar de la sociedad y la protección del medio ambiente.

En este sentido, el informe municipal reconoce que con la crisis económica sufrida en estos últimos años y el nivel de paro y precariedad laboral existente en el municipio la conservación de la vivienda y de los edificios ha pasado a un segundo plano para la mayoría de sus ocupantes con el consiguiente aumento del deterioro de los mismos.

De ahí que, tras haber atraído 15 millones de euros de los fondos europeos, el Ayuntamiento se ha comprometido a invertir otros 15 millones más hasta el año 2023, con especial atención en los barrios más vulnerables de la ciudad. La regeneración de San Antón, Los Palmerales y Carrús formarán parte de la prioridad del Ejecutivo local, tal y como ya ha perfilado en la estrategia Edusi.

En concreto, la intención es dotar de ayudas financieras a los vecinos que residan en estos enclaves degradados con bajos recursos para la rehabilitación o el mantenimiento y la seguridad y la salubridad de las viviendas.

La previsión inicial, tal y como consta en la estrategia elaborada por el Ayuntamiento, es que de aquí al año 2019 puedan beneficiarse 25.000 personas en Elche por las actuaciones de regeneración física, económica y social del entorno urbano. De cara al año 2023, el objetivo es llegar a las 75.000 personas. Otro de los desafíos que también se ha marcado el Ejecutivo local ilicitano es que dentro de dos años pueda haber 650 viviendas rehabilitadas y que en seis años esa cifra llegue a las 2.000.

En total, está previsto un presupuesto de 7,4 millones de euros para la regeneración física y social de viviendas y equipamientos públicos en estas zonas de la ciudad, cuyo montante total se dividirá entre lo que aporte el Consistorio y lo procedente de los fondos europeos. Más allá de la rehabilitación de inmuebles, la estrategia que ha elaborado el tripartito pone el foco también en la reforma y recuperación de suelos urbanos y espacios públicos, que también se centrará en los barrios más vulnerables, con una inyección de 5,9 millones.

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