El tripartito ilicitano se ha vuelto a enredar con el Mercado Central, que otra vez pone en evidencia que todo lo que rodea al futuro proyecto acaba convirtiéndose en una polémica. La última escena ha llegado esta semana con unas obras realizadas por la empresa adjudicataria para comprobar la posible la cimentación del inmueble en la vía pública.
Los trabajos geotécnicos fueron paralizados a pocas horas de comenzar por orden expresa del concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez. Algo que, al parecer, tampoco se le había comunicado esta vez a Compromís y que no sentó nada bien entre los concejales. Nuevo revuelo.
El malestar con la firma adjudicataria por realizar unos trabajos que carecían del permiso municipal era ayer evidente en el seno del Ejecutivo local. Sin embargo, los de Mireia Mollà se desmarcaron de sus socios y directamente emitieron un comunicado para pedir medidas contra Aparcisa. Reclamaron al Ayuntamiento -de cuyo Gobierno ellos mismos forman parte- que iniciara «acciones administrativas» y denunciaron la falta de confianza en una empresa que, a su juicio, «actúa al margen de la legalidad».
Algo atrás se quedaron los socialistas, que en la mañana de ayer no contemplaban llegar tan lejos. Al menos de puertas para fuera. Lo que también era evidente era el enfado con la empresa por haber actuado sin el consentimiento firmado del área de Urbanismo. El concejal José Manuel Sánchez resaltaba la importancia de que las obras contaran con una autorización municipal al estar en la vía pública y al pasar canalizaciones por el subsuelo donde estaban realizando perforaciones. Incidió también el edil de Urbanismo en la importancia de velar por la legalidad y no quiso dar plazos sobre cuándo la empresa podría retomar los trabajos geotécnicos en el exterior del inmueble. Eso sí, lo que Sánchez dejó bien claro es que el sondeo que habían comenzado los operarios nada tenían que ver con las terceras excavaciones que sí que cuentan ya con el visto bueno de Cultura.
El nuevo episodio con el Mercado Central también desataba las críticas del Partido Popular. Su portavoz adjunto, Vicente Granero, acusó directamente a Compromís de querer paralizar el proyecto y de estar detrás de este último capítulo. El PP denunció, de este modo, las trabas que, a su parecer, está poniendo el Ayuntamiento a la empresa al paralizar ahora el sondeo geotécnico.
En las últimas semanas, el futuro del Mercado Central ha tensado las cuerdas en el Consistorio ilicitano, sobre todo por la decisión del PSOE y el Partido de Elche desalojar a los placeros resistentes en el edificio, una vez ya que el Consell ha autorizado las catas en los alrededores del edificio. La falta de comunicación entre Compromís y PSOE por este asunto también ha sido más que evidente. Habrá que ver qué pasa mañana en el seno del Ejecutivo local, cuando la junta de gobierno quiere firmar la orden de salida de los vendedores.
