La mayoría de las denuncias por violencia machista que se reciben en los juzgados ilicitanos, las interponen los agentes policiales cuando se encuentran con una llamada vecinal, de algún familiar o de alguna víctima por una discusión o incidente puntual. Los agentes tienen la obligación de tramitarlas de oficio, si bien, según señalan fuentes judiciales, muchas veces caen en saco roto por la negativa de la víctima a declarar o a interponer la denuncia final, ya que está en sus manos.

Estos datos evidencian aún más que son pocas las ocasiones en las que las mujeres acuden a la Comisaría a interponer la denuncia. De hecho, el porcentaje de este tipo de casos es muy bajo. Normalmente, la mayoría de casos se destapan por una llamada tras un incidente puntual, y luego se echan atrás.

La Fiscalía, sin embargo, estudia cada caso para determinar si es necesario acusar de oficio. La interposición de una orden de alejamiento es prácticamente inmediata, aunque sin el testimonio de la víctima es muy difícil que haya caso.

La concienciación, la falta de ayudas a la víctima y el miedo son las principales razones que llevan a las afectadas a no interponer directamente la denuncia. Desde el juzgado ilicitano, señalan, por otra parte, que el aumento o descenso del número de denuncias no está directamenate relacionado con el aumento o descenso del número de casos, sino con su mayor o menor visibilidad.