El acueducto del barranco del Grifo ha empezado a recuperar su estado original después de que hace dos años un vehículo pesado se llevara por delante uno de sus arcos. Devolver a la normalidad esta infraestructura hidráulica, utilizada en los años cincuenta para conducir agua de riego, ha costado lo suyo al Ayuntamiento de Elche.

Después de que en agosto de 2015 un camión derribara buena parte del puente de piedra, el proceso para rehabilitar la emblemática construcción ha tenido que salvar varios obstáculos. Primero, tratar de localizar al conductor del vehículo para que el seguro pudiera hacerse cargo.

Sin embargo, el autor del incidente se dio a la fuga tras estamparse contra el acueducto y dejar el camino que lleva hasta algunas viviendas lleno de cascotes. El paso siguiente fue tratar de localidad a los propietarios de la infraestructura de titularidad privada asentada en dominio público. Pero tampoco hubo suerte.

El siniestro había generado una alarma social en la zona al ver el acueducto destrozado. Y es que, pese a datar de los años cincuenta, la infraestructura ha alcanzado un valor patrimonial y paisajístico en este enclave habitualmente concurrido por senderistas y turistas.

Finalmente, con todos esos inconvenientes sobre la mesa, el Ayuntamiento se ha visto obligado a asumir el coste de la reparación y ha tirado de recursos propios para poner a punto el puente. «Por primera vez la Concejalía de Patrimonio tiene presupuesto asignado. En los anteriores mandatos no se había invertido nada en esta área y, esta vez, hemos tirado de la partida económica para recuperar el acueducto», señala el concejal de Patrimonio, José Manuel Sánchez. De este modo, el Ejecutivo local ha invertido 4.700 euros en las obras para restaurar el puente y está previsto que la próxima semana finalice la actuación. Los operarios y los andamios han tomado estos últimos días el terreno para reconstruir el arco central de la infraestructura.

El puente fue construido para llevar agua desde un pozo hasta una balsa en una época en la que no había recursos para riego. Los pozos de la Sierra del Cid, de los que regaba antiguamente la comunidad de regantes de San Pascual, en la zona norte del municipio, se quedaron sin agua al verse sobreexplotados y dejaron de usarse, por lo que algunos particulares buscaron soluciones individuales para regar sus campos. Así fue como se ideó el acueducto para salvar la distancia sobre el barranco.

Además de esta intervención, el Ayuntamiento tiene otras iniciativas pendientes al contar este ejercicio con una partida presupuestaria de 50.000 euros. Una de las tareas programadas es la reparación de las arquetas y elementos de la Acequia Mayor del Pantano, tras suscribir un convenio con sus propietarios. Asimismo, la Concejalía de Patrimonio también se está ocupando de la remodelación de senderos en las sierras ilicitanas, a través de señales que informen de los elementos históricos y patrimoniales de las zonas en las que se actúa.