La empresa que gestiona el servicio de resonancia magnética en el Hospital General de Elche, la UTE Erescanner, ya ha repuesto la máquina que se averió hace siete meses, y que ha obligado a derivar las pruebas a la sanidad privada, ante la demora del servicio. La maquinaria ya se encuentra en el hospital, donde se están ultimando las obras para acondicionarla y ponerla a punto. Se trata de maquinaria pesada que ha requerido varias semanas para retirar la antigua, y requerirá aún unas semanas para ponerla en funcionamiento, por lo que la previsión pasa porque entre en funcionamiento a finales de septiembre o la primera de octubre. No obstante, las funciones más avanzadas no estarán listas hasta después del puente de octubre, según fuentes de la empresa concesionaria del servicio.

El hecho de que se haya tardado tanto en reponerla pasa por que la avería, producida a finales del pasado año, no podía repararse, ya que la maquinaria había llegado al final de su vida útil. En ese momento, la empresa elaboró el informe necesario a la Conselleria, para asumir el gasto de los nuevos equipos. Una burocracia que ha originado que, durante todo este tiempo, una sola máquina atendiera toda la lista de espero -solo hay dos-, con los consiguientes retrasos para los pacientes, que han esperado pruebas desde hace más de tres meses.

Algunos, de hecho, han sufrido una espera mayor, pues el hospital ha ido llamando a los afectados y derivándolos a la sanidad privada, en clínicas donde la empresa también presta el servicio de resonancias magnéticas, en centros de Elche pero también de Alicante. Un desplazamiento que no todos los pacientes han querido asumir, por lo que han preferido esperar a realizarlas en el Hospital General. El problema pasa por que el único equipo disponible no daba abasto para atender las pruebas, pues también debía de dar servicio a los pacientes ingresados en el centro hospitalario, y a las urgencias que, en hospitales como el General, surgen de manera constante.

El servicio se presta en el anexo 1 del Hospital General, por lo que las obras no han supuesto la paralización del servicio y se ha limitado al máximo las molestias para el paciente, al tratarse en una zona menos frecuentada que el edificio principal o el de consultas externas. Aunque se restablezca el servicio, se respetarán las citas que ya se han derivado a la privada, e incluso, señalaron fuentes sanitarias, puede que se sigan derivando algunas durante el mes que viene, para desatascar las colas generadas por el retraso.

Pese al malestar de los pacientes, desde la dirección del Hospital General señalaron que no se han recibido quejas a través del canal oficial.