Elaborar una contrata y adjudicar el servicio de recogida de basura y de limpieza viaria de Elche es una de las «patatas calientes» que tiene el tripartito encima de su mesa.

El año 2019 es la fecha límite y el Ejecutivo local ha comenzado a perfilar el pliego de condiciones. Resolver las carencias de higiene en todo el término municipal y renovar toda la maquinaria son algunos de los retos por resolver para un servicio cuestionado en varias ocasiones.

Empezando por la prórroga del contrato que realizó el PP por un importe anual de más de 20 millones. Sin olvidar lo ocurrido en Navidad de 2015, que amaneció la ciudad con la basura a medio recoger y que acabó en una sanción de más de 10.000 euros. Luego vinieron otros episodios como los aceites desprendidos por una máquina en el centro histórico.