Juan Carlos -que prefiere ocultar su apellido por privacidad- asumió la gestión de las redes sociales de la Policía Local de Elche hace dos meses, cuando dejó su puesto en la Unidad Administrativa para convertirse en el enlace entre los ciudadanos y la Jefatura. Desde finales de junio, acumulan más de 4.300 seguidores en Facebook, y el volumen de mensajes y la interacción se ha convertido ya en toda una marca de la Policía Local, siguiendo la estela que marcó hace algunos años la Policía Nacional. Cercanía, empatía y vocación de servicio se unen para acercar la labor de los agentes a la ciudadanía, y que estos conozcan de forma más transparente el día a día de la Jefatura

¿Por qué se decidió apostar por dedicar a un agente a gestionar durante todo el día las redes sociales?

Es una apuesta de César Zaragoza, el jefe de la Policía. Cuando llegó a Elche tenía muy claro que había que potenciarlo. Aquí tenemos un volumen de trabajo muy alto, generamos muchas noticias y no se conoce nada. También era una forma de hacer más transparente la institución, saber qué se hace, qué no se hace y por qué se hace o se deja de hacer.

¿Y cómo acabó esto en sus manos?

Yo estaba en la Policía Administrativa y ahí ya vimos que hacía falta. Se hizo una propuesta, se dijo que era buena idea, pero quedó en aire, hasta que se juntaron las dos vertientes: la política y la de la dirección de la Policía. Entonces se hizo una convocatoria y presenté mi proyecto, mi idea de cómo tenían que ser. Y me las dieron.

¿Y cómo tienen que ser?

Transparentes, que ofrezcan información que al ciudadano le interesa, que divulguen el trabajo de la Policía más allá de las sanciones, y que conecten con la gente. Con el equilibrio entre lo coloquial y lo formal para romper la barrera de comunicación y empatizar con el ciudadano.

Le dedica toda su jornada a gestionar las redes, incluso a veces fuera de su horario. ¿Hay más trabajo del que esperaba?

Bastante. Aunque hay más trabajo interno que externo. En un colectivo como el nuestro, donde se va a sancionar a gente y demás, nos encontramos con gente que es muy arisca al principio. Pero al final todo el mundo lo entiende, contacta contigo, les mandas una patrulla... Al final te lo agradecen, pero a nivel interno es más complejo de gestionar.

¿Los compañeros son reacios a dar información?

El problema es que estamos acostumbrados a trabajar, pero no a vender nuestro trabajo. Cuando tocas una maquinaria que lleva mucho tiempo funcionando y quieres hacerla más eficaz y coordinada, eso tiene sus problemas. El crear una unidad nueva, como esta, que se mete en prácticamente todos los departamentos y reparte información, es complejo. Pero tengo unos compañeros que son unos cracks y se están adaptando y aprendiendo rápido.

¿Son más los mensajes públicos o los privados? ¿Las redes han hecho que los ciudadanos pierdan el miedo a interactuar con la Policía?

Totalmente. Llegan muchos mensajes y dudas por privado. A la gente le cuesta mucho llamar por teléfono, pero no le cuesta nada lanzar un mensaje o abrir un privado en las redes sociales. Esta mañana me he levantado a las cinco y media de la mañana, y ya había cuatro o cinco mensajes, y eso que me acosté a las 12. La mayoría se contestan, pero no hay nadie 24 horas, solo estoy yo, y, aunque fuera de la jornada laboral contesto cuando puedo, para lo urgente deben llamar a la patrulla y no recurrir a Facebook.

¿Han tenido avisos, por tanto, a través de Facebook?

Sí. Aunque insisto en que, para ese tipo de cosas, hay que recurrir a la central, pues la sala de operaciones sí es 24 horas. Hay gente que nos pide patrullas, o nos relata lo que le está sucediendo. Aunque también ha habido mensajes y testimonios que nos han servido, por ejemplo, para detener a dos hombres por casos de violencia de género, porque vecinos o testigos nos han contado lo que han visto. Es otro ejemplo más de cómo la gente no coge el teléfono, pero sí se expresa por redes sociales.

Montajes de fotos, edición de vídeo, y tres ordenadores, incluido su portátil personal, en el centro de control de redes sociales... ¿La afición por la tecnología y las redes viene de lejos?

La verdad es que siempre me han gustado. De hecho hace años empecé con unos amigos que escribían blogs y demás, pero me lo tuve que dejar por mi trabajo. Así que esta fue la oportunidad de unir las dos pasiones. La de Policía Local y la del mundo internet, usado también como servicio público.

El hecho de contestar mensajes hace que críticas como la de las multas por el aparcamiento en El Carabassí se convirtieran en agradecimientos, ¿se hace necesario explicar su labor?

Esa es otra de las cosas buenas: explicarles a la gente por qué se hace lo que se hace. Lo del camino de El Carabassí lo recuerdo bien, ha sido muy llamativo este verano. Había días que se levantaban hasta 40 actas. Cuando explicamos que es un tema de seguridad, la gente lo entiende y hasta nos apoya.