La primera huelga educativa protagonizada antes incluso del comienzo del curso 2017-18 en las Escuelas Oficiales de Idiomas, se considera desde el sindicato convocante, STEPV, como la antesala de una próxima movilización que quieren organizar de forma consensuada con el resto de formaciones de la enseñanza, y dirigida a reclamar para todos los docentes de Institutos de Secundaria y de la propias escuelas de idiomas, las 18 horas lectivas que tenían los docentes antes de la ampliación de jornada en dos horas que aplicó el PP en su día.El seguimiento del paro entre los profesores de idiomas fue muy irregular en la provincia, aunque para los convocantes resultó un «rotundo éxito» y fijaron el respaldo en un 60%.

El peligro de que la huelga impidiera realizar los exámenes de recuperación únicos y comunes ayer en toda la Comunidad, llevó a la Conselleria de Educación a fijar unos servicios mínimos del 30% de docentes que para el STEPV eran «abusivos», pero que permitieron celebrar todas las pruebas escritas, para obtener el nivel C2 de Valenciano o el B1 de Inglés.

De otra forma no habrían podido repetirse estas pruebas y se condenaba al suspenso a los alumnos y, por lo mismo, a repetir curso. Es la razón por la que el nuevo director de la Escuela de Idiomas en Alicante, Antonio Cánovas, opina que pese a respaldar por completo las razones de la huelga, si de él hubiera dependido hubiera preferido un paro de mayor contundencia, durante más días pero en el comienzo del curso, evitando este perjuicio a los alumnos.

No obstante sí se suspendieron exámenes orales en las escuelas de Elche y Alicante. Concretamente, en el centro ilicitano los de Francés ante la falta de profesorado por la huelga. Desde la dirección de este centro apuntan que estudian la posibilidad de convocarlas otro día, aunque el margen de tiempo es ajustado. Por la tarde, la prueba oral de inglés también se suspendió en más de un 20% de los casos al reducirse el número de tribunales de los siete programados a solo cuatro. Los exámenes escritos se realizaron «con normalidad» como en el resto de centros porque la Conselleria de Educación fijó unos servicios mínimos del 30%, lo que favoreció la presencia de un número suficiente de docentes para controlarlos. Estas pruebas se realizaron de forma conjunta en todas las escuelas de la Comunidad Valenciana, y para las escritas en concreto no existe la flexibilidad de realizarlas otro día como sí sucede con las orales.

Autocrítica

Mientras en la escuela de idiomas de Alicante el paro apenas lo secundó un 10% del profesorado y un 16% en Elda, en los centros de Orihuela y Torrevieja lo hicieron al 50% y en Alcoy al 40%, según datos de los delegados del sindicato STEPV. Ignasi Amorós asumía cierta autocrítica hacia una convocatoria de huelga previa al inicio oficial del curso apenas tres días después de incorporarse los profesores, por lo que considera que quizá había faltado una información más fluida «porque el problema que la desencadena existe y es compartido por todos», destaca. Precisamente profesoras del departamento de Francés en Alicante lamentaban sentirse «engañadas» tras haber recibido indicaciones de otros sindicatos sobre la «ilegalidad de la huelga», motivo por el que no la habían secundado, y de lo que se arrepentían a primera hora al constatar que compañeros del resto de la provincia sí la habían hecho.

«La reducción desde julio, por Educación, de horas de disponibilidad para los coordinadores y jefes de departamento de idiomas se ha sumado a los planes de choque para habilitar a profesores con el B2 de Inglés, a los cursos online y a las pruebas de valenciano también para los docentes. La carga de trabajo es mucha, ha colmado el vaso y el ambiente está caldeado. pero la huelga era totalmente legal», concreta Amorós.

Los alumnos respaldan los motivos aunque les hubiera fastidiado no poder hacer el examen.