El sector alonsista rechaza cambiar las portavocías del Partido Popular y deja en manos del alcalde la reorganización del grupo municipal. El todavía portavoz adjunto Vicente Granero, junto a los concejales Erica Sánchez y Justino Delgado, han vuelto a rechazar esta mañana de forma pública el cambio de las designaciones de los ediles, aprobada la semana pasada por el Comité Ejecutivo del PP.

Los populares afines a Mercedes Alonso, todavía portavoz del grupo municipal, se han mostrado rotundos. Para ellos, lo único que tiene validez es el Reglamento de Organización y Funcionamiento del Régimen Jurídico Entidades Locales, ROF. Según esta ley, "los grupos políticos se constituirán mediante escrito dirigido al presidente y suscrito por todos sus integrantes". A esta normativa es la que se aferran los actuales representantes del grupo municipal.

Rechazan, por tanto, que sean los estatutos los que tengan potestad en este cambio de designaciones de los ediles, tal y como defiende el sector del presidente local del PP, Pablo Ruz, y la amplia mayoría del Comité Ejecutivo.

Vicente Granero ha criticado que "no vamos a consentir estos atropello" y ha dejado la pelota en el tejado del alcalde, Carlos González. Ha destacado que será el regidor ilicitano el que tenga la última palabra una vez reciba los resultados de las votaciones previstas para esta semana entre los concejales del grupo.

Por su parte, el alcalde ha apuntado también esta mañana que una vez que reciba la notificación, en caso de que no haya unanimidad pedirá un informe jurídico para determinar qué ocurre con la reorganización del grupo municipal. Carlos González ha apuntado que "no se trata de una decisión política" la cuestión de dar luz verde a las votaciones y ha dejado claro que si "no están las nueve firmas", refiriéndose a las de todos los ediles del PP, pedirá un informe jurídico.

Respaldo Comité Ejecutivo

Pablo Ruz logró el respaldo de una amplia mayoría del comité ejecutivo del PP la semana pasada para arrebatar la portavocía del grupo municipal a la exalcaldesa. Algo que era cuanto menos de esperar tras arrasar en los comicios internos del partido, celebrados en junio.

En julio, ganó por goleada a su mentora con 870 votos, frente a los 420. Y la reestructuración del grupo municipal era una realidad que muchos círculos esperaban que llegara de cara al arranque del nuevo curso político en la ciudad. Con el respaldo de ayer, los de Ruz dan un paso adelante firme, pero no definitivo todavía, ya que, tal y como marca el guión, los concejales son los que deben dar su visto bueno y firmar el acuerdo. Después, es el alcalde, Carlos González, es el que finalmente tiene que ratificarlo en el pleno. Todo apunta a que será en el pleno de este mes de septiembre. Eso sí, si no ocurren imprevistos de última hora. Sea como sea, el comité de dirección del PP puso anoche sobre la mesa la propuesta de colocar a Pablo Ruz como rostro visible en el principal partido de la oposición, cargo hasta ahora ocupado por Mercedes Alonso. La exalcaldesa cuenta, por el momento, con uno de los suyos como adjunto: Vicente Granero. Ruz ejercía como segundo.

Sin embargo, si los planes del delfín del PP al final salen adelante esto supondrá una recolocación del puzzle. Un cambio de fichas que se traduciría en algo más que la elección de los portavoces adjuntos. Si el presidente local logra ser ratificado también sería factible que con ello llegara la renovación del asesor de confianza que tiene el PP.

La otra consecuencia llegaría con el cambio de dedicaciones exclusivas que también tendrán que ser replanteadas en el grupo municipal. Asunto también cuanto menos polémico. Ahora mismo los tres leales a Alonso son los que tienen dedicaciones. Vicente Granero dispone de una, Justino Delgado de media y Erica Sánchez de otra media.

Precisamente, este tema tensaba las cuerdas a pocos días de celebrarse la asamblea local del PP para elegir presidente. Otra zanja abierta que evidenciaba la ruptura en el seno del partido. Mercedes Alonso, todavía portavoz, daba a Justino Delgado el medio sueldo que dejaba Erica Sánchez para poder compatibilizar su labor en el Ayuntamiento con otras actividades deportivas. Los afines a Pablo Ruz querían que fuera para Loli Serna. Pero no pudo ser. Ahora, habrá que ver cómo acaba el grupo municipal en este mandato que ya ha atravesado su ecuador. Y también habrá que ver cómo queda el rompecabezas de cara a la carrera de 2019, con las elecciones municipales cada vez más cerca.