Las tablets y los smartphones ya empiezan a llevar varios años con nosotros. ¿Se están agudizando los problemas de visión por el uso durante varias horas de estos dispositivos?

El uso de tablets y smartphones tiene algunas repercusiones. En primer lugar, el abuso de estos dispositivos en la infancia y adolescencia puede provocar un aumento de los problemas refractivos (miopía, hipermetropía, astigmatismo...). Los últimos estudios nos hablan de una relación entre la miopía y la falta de exposición al sol. Naturalmente, más que por el uso del dispositivo, es por la sustitución del «jugar al aire libre» que pueden conllevar las consolas, tablets... En segundo lugar, su uso en horas nocturnas previas al sueño podría alterar el ritmo circadiano y provocar alteraciones en el sueño. No tenemos constancia de que provoque más patología degenerativa o macular el uso de estos dispositivos. Por último, no solo son desventajas, en mi opinión también permite «retrasar» algo la necesidad de gafa para visión próxima dado que especialmente con los libros electrónicos podemos aumentar el tamaño de la letra resultando más fácil la lectura, y esto puede ser útil a pacientes con degeneración macular leve. Pero para la lectura sería más recomendable libros electrónicos sin la iluminación de las tablets.

¿Nota que reciben más consultas y que en ellas les dicen que ven cada vez peor, por ejemplo, el Whatsapp y el Facebook y, por eso, acuden al oftalmólogo?

Está claro que los pacientes se refieren cada vez más a «poder manejarse en el ordenador, tablets, teléfono móvil», más que a otras actividades como la costura o incluso la lectura. Pero, en definitiva, reflejan problemas frecuentes como es la presbicia que aparece a partir de los 40 años de forma fisiológica en diferente grado según el paciente.

Como antes se hacía tal vez con la televisión, muchos padres optan ahora por dejar a sus hijos pequeños la tablet para que «no molesten», se entretengan o se eduquen. ¿Es recomendable esto no antes de una determinada edad?

Nos sorprende cómo los niños tienen la capacidad para dominar las «nuevas tecnologías», por lo que no son de por sí malas, pero en su justa medida. No podemos sustituir el juego al aire libre, y la relación con otros niños, la actividad física, por el uso de consolas y tablets, tampoco pensando el correcto desarrollo ocular.

¿Qué recomendaciones cabe dar a aquellos que en su trabajo o en casa pasan más de ocho horas delante de la pantalla de un ordenador?

Bueno, ahora una inmensa mayoría de los trabajos de despacho son así. Las recomendaciones son usar una iluminación adecuada de pantalla, orientada correctamente respecto a la luz natural para evitar reflejos, y descansar la mirada unos minutos cada hora intentando mirar algún punto lejano por una ventana para relajar la acomodación. Si hay sensación de sequedad ocular, por la disminución en la frecuencia de parpadeo y por el calor de la propia pantalla y ordenador, se puede instilar alguna gota de lágrima artificial. Asimismo, es importante llevar la corrección o graduación adecuada para cada paciente, para evitar «forzar» más aún la visión.

¿Registramos aquí con tantas horas de sol más problemas oculares que con respecto a otros puntos del norte?

En los países más soleados y también con relación a la exposición ambiental al aire libre hay más patología como el pterigión, un proceso en el que la conjuntiva invade la córnea y puede provocar pérdida visual. Recomendamos protección solar con gafas de sol porque sin tener una clarísima evidencia, dada la dificultad de determinados estudios epidemiológicas, pensamos que puede tener una relación con la degeneración macular o la mayor prevalencia de catarata. Sí está claro que determinadas patologías como los carcinomas basocelulares y espinocelulares de los párpados están relacionados con la alta exposición al sol.

¿Qué consejos daría para «guardar» una buena vista?

En general, en niños, revisiones en torno a los tres o cuatro años, para descartar ambliopías. En pacientes con antecedentes de glaucoma, revisiones periódicas. No frotarse los ojos, y pedir revisiones por el oftalmólogo en caso de presentar algún síntoma. A los pacientes diabéticos, revisiones periódicas oculares. Y acudir al oftalmólogo en caso de presentar pérdida visual, visión deformada de los objetos, o visión de moscas o sombras. En cuanto a medidas generales, son muchas, pero diría que, además de lo comentado, usar siempre filtros homologados para protección solar, y añadiría que proteger con gafa específica caso de practicar deportes como el pádel, para evitar traumatismos oculares.

¿Están notando que algunas enfermedades oculares empiezan a ser más comunes con respecto a años atrás?

No creo que sean más comunes, pero sí aumenta la demanda, especialmente porque la población es más activa, más exigente y también más consciente de la necesidad de revisarse, pues conoce cada día más que hay determinadas patologías que incluso pueden ser asintomáticas, como el glaucoma.