El hecho de que una mayoría aplastante del Comité Ejecutivo del PP ilicitano haya dado su visto bueno a Pablo Ruz para desbancar a Mercedes Alonso no ha servido para calmar las aguas dentro del grupo municipal. Si ya era evidente la tensión antes de la asamblea, que proclamó al que fuera delfín de los populares ilicitanos como presidente local, ahora lo es más. El río baja revuelto dentro del grupo municipal y se espera que sea así al menos hasta el pleno de finales de septiembre cuando los de Ruz tienen previsto que el alcalde ratifique la propuesta. Las diferencias no se zanjaron tras los comicios internos de julio en los que Alonso solo logró la mitad de votos que su contrincante.

Los resultados obtenidos el jueves por la noche en la sede de Marqués de Asprillas también fueron contundentes. 80 votos a favor del cambio y solo tres en contra. Como era de esperar, Mercedes Alonso, Erica Sánchez y Justino Delgado fueron los que se opusieron a la reestructuración del grupo municipal, que pasa por instalar al núcleo duro del presidente del PP local como rostro visible del principal partido de la oposición. Antonio Luis Martínez Pujalte es el elegido para ocupar el cargo que ahora mismo ostenta Vicente Granero, como adjunto.

Éste último ni siquiera apareció. No asistió a las votaciones por estar en contra de la decisión del comité ejecutivo. Así lo reconoció ayer. El concejal más leal a la exalcaldesa manifestó a este diario que «ellos no tienen competencia para cambiar de portavoces». Vicente Granero se aferró ayer a que «la ley de bases a nivel local exige que haya unanimidad dentro del grupo político para que haya una reorganización. Algo que va a ser complicado, por no decir imposible».

El segundo de Alonso fue claro, por más que el Comité Ejecutivo haya dicho lo contrario. La exalcaldesa guardó silencio. Sin embargo, Vicente Granero dejó clara la postura de los suyos. «No compartimos el cambio de portavoz. Mi posición es que no va a haber ningún cambio y el lunes seguiré trabajando como adjunto», apuntó ayer Granero.

Lejos de esta actitud, los de Ruz siguen adelante con sus planes con total tranquilidad. Argumentan que la decisión de desbancar a Alonso se ha adoptado «siguiendo los plazos marcados por la nueva ejecutiva, desde la normalidad y la democracia interna». Tienen el respaldo de los estatutos del partido, que dicen que el comité ejecutivo tiene el poder de nombrar y destituir portavoces.

Con estas «leyes» bajo el brazo, defienden la necesidad de vincular «estrechamente el partido con el grupo institucional en el Ayuntamiento». Por ello, a partir de la próxima semana llevarán la propuesta al grupo para que sea firmada por los concejales, con el fin de que Carlos González dé luz verde a cambiar de sillón a Alonso y a Granero.

Misivas polémicas

Si las desavenencias en el seno del grupo municipal pasaron el jueves por la noche a estar al rojo vivo, tras las votaciones en Marqués de Asprillas, ayer unas cartas recrudecieron todavía más las diferencias entre Alonsistas y Pablistas. Unas misivas enviadas ayer por el secretario general del Partido Popular de Elche, José Navarro, a Mercedes Alonso y Vicente Granero avivaron aún más la disputa entre los concejales del principal partido de la oposición.

Directamente, a la exalcaldesa le comunicaron que Pablo Ruz pasa a ejercer su cargo en el grupo municipal y que Martínez Pujalte será adjunto. Sin más rodeos y no sin antes agradecerle su trabajo prestado al frente del partido en los últimos diez años. Con Vicente Granero hicieron lo mismo. En ambos casos, el vicesecretario recalcó en las misivas la importancia de «establecer la máxima coordinación entre el partido y el grupo municipal».

Las cartas, también presentadas por registro, no sentaron nada bien. La polémica vuelve a estar servida.