Ya formaba parte del paisaje del Museo de Arte Contemporáneo de Elche (MACE) pero a partir de ahora pertenece a todos los ilicitanos. La artista Elisenda Sala ha donado a la ciudad de forma definitiva su escultura Condemna sense judici, una obra en la que quiso recoger el dolor y la opresión sufrida en Cataluña durante los últimos años de la dictadura franquista. A partir de ahora, el Ayuntamiento será el responsable de su custodia y gestión y también contará con su propiedad intelectual.

La artista catalana cedió la obra en el momento en el que el MACE se puso en marcha. Al ser una cesión, y no una donación como a partir de ahora, Sala podía llevarse su escultura en cualquier momento. A partir de ahora podrá aparecer en los catálogos del museo y ser donada para otras exposiciones itinerantes sin necesidad de pedir permiso. El Ayuntamiento también será el responsable de que la pieza se conserve en buen estado, no sufra actos de vandalismo ni se oxide. Al poseer la propiedad intelectual, la pieza también podrá ser difundida en redes sociales.

Sala es una artista de reconocido prestigio en el arte de la cerámica y su obra forma parte de las colecciones de importantes museos nacionales e internacionales. «A nivel artístico, Condemna sense judici está en consonancia con lo que exponemos en el MACE. Forma parte de su serie Opresión, creada entre 1974 y 1980. En ella, denunció un periodo convulso y la angustia provocada por la situación económica y social en los últimos años de la dictadura franquista», explica el director de museos de Elche, Miguel Pérez Blasco.

Condemna sense judici fue creada por la artista catalana en 1976 y cuenta con un valor de mercado de 40.000 euros. Se trata de una columna de refractario cocida a alta temperatura y esmaltada en toda su superficie. Está dividida en diversos cuerpos piramidales, secciones prismáticas y entre los espacios cuenta con inscripciones de figuras simbólicas, realizadas en volúmenes, e incisiones evocadoras de un ambiente de opresión, como el de los últimos años de la dictadura franquista.

Con esta cesión, Sala confirma una vez más el aprecio que le tiene al MACE, museo con el que colaboró desde sus primeros años de vida. Ahora ha querido que permanezca en Elche de forma permanente, como confirmó en la reciente visita que hizo a la ciudad, con motivo de la donación definitiva de su obra.