El tripartito encarga una radiografía para detectar las carencias de limpieza de cara a la nueva contrata de 2019

Y es que el funcionamiento de este servicio en la ciudad ha sido cuestionado ya en varias ocasiones. Empezando por la prórroga del contrato que realizó el PP por un importe anual de más de 20 millones. El actual servicio se firmó en el año 2000 por 16 años y finalizaba en agosto de 2016. Pero, en diciembre de 2011, el entonces grupo de gobierno popular acordó prorrogarla por otros tres años más, hasta 2019. Después, vinieron otras polémicas, como la de Navidad de 2015, que amaneció la ciudad con la basura a medio recoger en algunos barrios y que acabó en una sanción de más de 10.000 euros. No fue la única. Luego han venido otros episodios como el reguero de aceite que dejó una máquina por calles del centro a principios de este año.

Conocer al dedillo la edad de los trabajadores del servicio municipal, los puestos que ocupan, el parque móvil, los costes de cada tarea, la amortización y los puntos débiles de la limpieza son los asuntos en los que ya trabaja el tripartito. La idea, según el concejal de Limpieza, Héctor Díez, es finalizar antes de que acabe el año esa lectura exhaustiva para redactar el pliego de condiciones el próximo ejercicio, con la finalidad de adjudicar el servicio.

Para llegar a este último término, el Ejecutivo local también se ha comprometido a dar voz a la ciudadanía. «La idea es acompañarlo de un proceso participativo, contar con la oposición y también con los vecinos», explicó Héctor Díez. Aunque el coste que tendrá para los ilicitanos el aseo de la ciudad a partir de 2019 tampoco está determinado aún, todo apunta que la cuantía económica sea similar a la que ya hay establecida, según el concejal de Limpieza.

Exigencias

No será hasta 2018 cuando se puedan conocer los requerimientos que deberá cumplir la concesionaria, pero el tripartito ya tiene claras algunas de las claves para el futuro servicio. Que el barrido de la vía pública sea todos los días y que incida los fines de semana será uno de los requisitos. En este periodo es cuando este servicio funciona a medio gas, solo los sábados por la mañana y los domingos de forma mínima. Otro de los requerimientos de la futura contrata será el refuerzo de la limpieza en las zonas industriales y la incorporación del quinto contenedor. Este último requisito será de obligado cumplimiento a partir del año 2020. Esto supondría que a los cuatro contenedores verde (vidrio), azul (papel y cartón), amarillo (envases) y el tradicional de la basura, se le uniría un quinto (marrón) destinado al reciclaje de la materia orgánica.

La renovación casi total de la flota de vehículos de la empresa de limpieza será imprescindible con el nuevo pliego. Precisamente, el mal estado de los camiones de Urbaser ha sido denunciado últimamente por las agrupaciones sindicales. En concreto, desde Comisiones Obreras criticaron durante este verano pérdidas de aceite, líquidos, olores, ruidos, emisiones de gases y problemas de seguridad en el parque móvil que repercutían en los trabajadores y en la ciudadanía.

Entre los planes que ya tiene el Ayuntamiento para la futura contrata también destaca, en este sentido, la apuesta por la maquinaria híbrida, con la finalidad de que contamine lo menos posible.

La incorporación de contenedores inteligentes de basura con lectores para registrar de forma automática el nivel de llenado de los depósitos con residuos sólidos será una de las pretensiones del tripartito. Por el momento, Elche ya cuenta con una subvención aprobada de 3 millones de euros de fondos europeos que van destinados a convertir el municipio en una ciudad inteligente y que incluyen este sistema innovador de recogida de basura.

También está en estudio, por parte del tripartito, plantear a la futura concesionaria que incluya entre sus competencias la limpieza de las zonas verdes. Algo de lo que ahora mismo se encarga la Concejalía de Parques y Jardínes.