«Lo único que me falta para ser ilicitana de verdad es comer arroz con costra, pero no lo he probado porque lleva cerdo. Le diré a mi vecina la próxima vez que lo haga con pollo y conejo nada más». Así se expresa Fátima Kaddouri, que vive en la calle Ausias March, a caballo entre el parque Primero de Mayo y la plaza de Barcelona. Llegó a Elche hace diez año y asegura que, aunque al principio le costó aprender el idioma y relacionarse con la gente, ahora se siente una ilicitana más junto a sus dos hijos.

La clave es la integración que se respira en el barrio de Carrús. Sus vecinos se movilizan, oficial o extraoficialmente para abrir las puertas a actividades y la convivencia en las que caben todos los que se quieran acercar a compartir. Asociaciones de inmigrantes y vecinales, la Fundación Secretariado Gitano, Elche Acoge, y un tejido social basado en la pluralidad desde hace décadas facilita la integración en una zona de la ciudad en la que conviven más de 30 nacionalidades distintas. Carmen López, la vecina de Fátima, es la artífice del arroz con costra que aún no ha probado y recuerda que fue ella la que le enseñó las primeras palabras en español cuando se mudó. «Al principio piensas un poco mal, eso me pasó a mí, porque oyes muchas cosas de los inmigrantes, prejuicios, pero se van cayendo poco a poco», asegura López. La acogida de la sociedad es clave para favorecer los vínculos de unión entre personas nuevas y las ya arraigadas en el barrio y para fortalecer el sentido de pertenencia, según aseguran desde la ONG Elche Acoge.

Carrús es sin duda el barrio más multicultural de Elche. La población de esta zona nacida fuera, bien en otra comunidad autónoma bien en otro país, supone en torno al 50% del total y desde los años 60 la dinámica ha sido la de integrar a gente que se ha desplazado desde otros puntos de la geografía. En este barrio conviven en su mayor parte personas españolas, seguidas por personas llegadas desde Rumanía, Marruecos, Colombia, Ecuador y China. Estas son las nacionalidades más comunes en esta parte de Elche, variando la proporción de cada una en los dos distritos que componen Carrús.

La integración se puede producir de muchas formas. La Fundación Elche Acoge ha puesto en marcha un proyecto de integración de inmigrantes a través del rugby, que está dirigido, sobre todo a jóvenes y que da muy buenos resultados en forjar nuevos lazos de unión. Por otra parte, según estimaciones de la Fundación Secretariado Gitano de Elche alrededor de 250 familias gitanas residen en distintos puntos del barrio de Carrús, personas que llevan viviendo en Elche desde hace décadas y participan en la vida común del barrio.

En los núcleos familiares las parejas tienden a ser de la misma nacionalidad, aunque empieza a aumentar el número de parejas mixtas. Es el caso de Amina Alkhawaja y de Mario López, que con pareja desde hace tres años y conviven en un piso cercano al parque Primero de Mayo. López asegura que al principio fue chocante para sus familias y que la suya aún ve con recelo la relación «pero tendrán que acostumbrarse y, sobre todo, conocer a Amina par darse cuenta de lo buena que es». concluye López.

La mayor parte de las personas nacidas fuera de España poseen permiso de residencia y trabajo, siendo mínimo el porcentaje de personas que se encuentran en situación administrativa irregular.

Es el caso del senegalés Pape Seck, que lleva 9 años viviendo en Elche y que tiene un trabajo estable, vive solo y ha dejado atrás en su país de origen a sus parientes. «Estamos sufriendo para mejorar la familia», afirma Seck. Desde la asociación de senegaleses en Elche , Seck y otros muchos compañeros garantizan que los nuevos residentes, a menudo sin papeles, puedan tener techo y comida hasta que obtengan un trabajo. «La solidaridad es la clave», según Seck.

Así, también cooperan en la búsqueda de empleo, en que la gente no se encuentre perdida en la ciudad. Pero, añade, la integración debe venir de todos los grupos que conviven en la ciudad. «Con una simple sonrisa o palabra amable, los nuevos vecinos se sienten abrazados».